-Uno, dos, tres...
Relájate, puedes controlarlo, no es más fuerte que tú. Retrocede, no lo hagas, intenta resistirte.
Venga, ¿sabes el daño que te ha hecho?¿lo recuerdas?, solo recibirá su merecido.-Cuatro, cinco, seis...
Cae un poco, no tiene nada de malo cariño. No creo que te arrepientas, el merece esto por ser quien es, por haber hecho lo que te dañó tanto y te llevó a la perdición, a la locura.
Pero... ¿Y si le duele mucho? ¿Y si tiene una explicación de sus actos?
No puedes arrepentirte, estás a sólo unos pasos.-Siete, ocho, nueve...
Ya está hecho, vete ya, ¿Ves que no a pasado nada? Sí, ríete pues él se lo merecía, bastardo.
Pero, ¿Y si alguien se entera?, estuvo mal, ¿No sientes remordimiento?
¡Vámonos yá!, Jajaja pero qué risa me da.
Pasó tan rápido...
Trata de no mirar tanto el reloj, que sabrán que hicimos algo fuera de lo correcto para la sociedad.
¿Pero es que matar a tú perro está mal?, él se lo buscó, pues tocó lo prohibido, lo que no era de él...
Cállate pues alguien puede escuchar.
¿Cómo podrían enterarse si somos su conciencia?, Sólo estamos en su cabeza.-¡Guarden silencio ya!
Eso nos dañará nena, piensa bien que harás.
-¡Mamá!, ¿Por qué ya no estás?, me dejaste sola y ya no puedo más.
"Y el filo del cuchillo con el que mató a su papá, atravesó su corazón, de manera desesperada, porque ya no podía más".