I Can Wait For You▪↱Hwang Hyun Jin y tu↰

VIII

dos semanas después

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Estas semanas comunes y corrientes, o eso creían todos, menos yo. Aunque no le estaba encima a HyunJin este tiempo, noté que no estuvo asistiendo a clases y me pareció muy raro, ya que no fueron solamente unos pocos días, dos o tres. Dos semanas.

Le había estado mandando mensajes para ver que le estaba pasando, al principio le llegaban y creo que no quería contestarme, pero después de dos días más o menos, me daba como que su teléfono estaba apagado.

La preocupación e intriga me comían por dentro y nesecitaba saber algo de él.

Los chicos me decían que podría estar enfermo o de viaje, pero no quería adivinar cuál era la razón por la que no venía. Nesecitaba verlo o que me hable. Así que, decidí ir a su casa.

El pequeño problema, era que no sabía en donde vivía. Debía pensar en algo, para averiguarlo.

—◇;;

A la hora del recreo, les dije a mis amigos que querían ir a comprar algo de comer, que los alcanzaría en unos minutos. Le pediría la dirección al director, ya que, siempre está en alguna plantilla anotado.

Toqué la puerta de su oficina sutilmente y cuando escuché que su voz me afirmaba el poder pasar, lo hice.

—oh, hola señorita Han —cerré la puerta y luego lo saludé mientras hacía una leve reverencia.

—señor director...quería hacerle una pregunta —me senté en la silla en frente de su escritorio.

—dígame

—¿usted cree que...podría darme una dirección domiciliaria, de un compañero de mi clase?

—hmm, sinceramente, no se si podría dársela...pero, depende para que la quiera

—es que, ese alumno, no ha estado viniendo desde hace dos semanas, no ha pedido tareas o tampoco ha dicho el porque de su inasistencia y me parecía raro eso

—oh, bueno, pero...¿de quién estaríamos hablando?

—Hwang Hyun Jin, ¿no le ha avisado porque no vendría este tiempo? —negó con la cabeza.

—le verdad que no, pero...hagamos esto, si yo le paso la dirección de su casa, usted debe darle las tareas que le falten —asentí varias veces

—lo haré, sin falta señor —me regaló una leve sonrisa y comenzó a buscar lo que le pedía, por los registros de alumnos. Una vez que me la dió anotada en un papel, me paré y lo saludé con una reverencia, otra vez para salir de ahí.

Fui al salón para guardar lo que me había dado el director, a mi mochila, ya que no quería que se pierda y no andaría con el papel en mi mano por toda la escuela. Comencé a buscar a mis amigos y estaban sentados en una mesa, así que, me acerqué a ellos.

—¿qué fuiste a hacer niña? —preguntó Chan, tomando de su botella.

—hablé con él director —me senté a su lado.

—¿sobre qué?

—era para pedirle la dirección de la casa de HyunJin

—¿por alguna razón? —me miró JeonGin y asentí.

—hace tiempo él no ha estado viniendo a la escuela y al parecer, no le avisó al director...como que dejó de venir de la nada y por eso voy a verlo a su casa

—te preocupas mucho ____...no creo que debas hacerlo tanto —habló SooJin.

—¿porqué no lo haría? Soy buena compañera y quiero saber que le pasa —me crucé de brazos.

—lo sé, lo sé... —rió un poco y con su mano delante de ella —y no está mal, pero, te preocupas mucho por él, quién no te devuelve la atención que tu le das —la miré confundida —me refiero a que, tu siempre quieres que no esté sólo, integrarlo a nosotros y así...pero HyunJin no pone de su parte y no lo aprecia

—es cierto, pero...tal vez le cuesta integrarse y no es que no lo aprecie —comentó JiSung, lo cuál, no lo hacía mucho aún, pero de a poco hablaba más.

—exacto y por eso quiero que se acostumbre, a mi intención de integrarse, en algún momento lo hará —sonreí.

—◇;

Después de minutos caminando y buscando la casa de HyunJin, encontré la que quería. No era tan grande y sólo era de una planta, se veía humilde, pero agradable y acogedora con su ambiente.

Me acerqué a la puerta y toqué el timbre.

—🌾

—¿mejor mamita?... —preguntó cuando terminó de acomodar la almohada de su madre, la cuál asintió levemente, acostada y muy enferma en la cama.

Pero no sólo ella se sentía mal, sino que su hijo también, ya que la única que trabaja y traía dinero a la casa era su madre. Pero ahora que estaba así, debía hacer reposo y él, era quién tenía cuidarla. Al no haber dinero, no podía comer como siempre y de por si, era poco lo que consumía en los días que su madre trabajaba.

Tosió con su ceño fruncido al escuchar el timbre y salió de la habitación para ir a ver quién era.

Abrió la puerta encontrándose con, ____.

—¿qué haces aquí?

—vine a verte y saber porqué no has ido a la escuela...ya van dos semanas, que tampoco has avisado que no asistirías

—No hacía falta que avise y además, no es de la incumbencia de nadie —me crucé de brazos.

—pero me preocupas...hasta te traje las tareas que te faltan, para que completes tu carpeta —esbozó media sonrisa y estirando unas hojas guardadas en un portafolios.

Me quedé mirándola unos segundos y extrañado. ¿porqué preocuparse por mi?, digo, hasta vino a mi casa y con las tareas.

—no debes preocuparte por mi, estoy bien y ya volveré a la escuela, de todas formas, no es que extrañe ir —estornudé mirando hacia un lado, varias veces y cuando estaba por cerrar la puerta, ella la frenó para volver a abrirla.

—no, no se nota que estás bien, mírate...tienes grandes ojeras, estas más pálido, has bajado de peso, te notas cansado...dime, ¿porqué estás faltando a la escuela? —me miró a los ojos y suspiré con los míos cerrados.

—hace dos semanas, mi madre se enfermó y ahora está cada vez peor, él único que puede estar con ella y cuidarla todo el día, soy yo, no hay nadie más...por eso no asistía a clases y seguiré así, hasta que ella —señalé dentro de la casa —se encuentre mejor otra vez —ella se había quedado mirando el suelo, en silencio, enredando sus dedos largos.