Yoongi es un chico que goza de una vida feliz llena de lujos, comodidades y cariño que sus padres le brindan. Un día, sufre un accidente automovilístico del que sale ileso, pero sus progenitores no corrieron con su misma suerte, desde entonces se vo...
Sus firmes pasos se escuchaban por todo el pasillo, todos se le quedaban mirando mientras admiran su imponente figura caminar enfrente de ellos. Min Yoongi, considerado por todos como un chico engreído y codicioso por, según ellos, haber nacido en "cuna de oro". Al pálido no le molestaba esto en lo absoluto, es mas, le entretenía ver como los demás lo trataban con cierto respeto, unos lo admiraban y la gran mayoría le llegaba a tener miedo. Era deseado tanto por hombres como mujeres y no voy a mentir diciendo que se ha divertido unas cuantas (varias) veces con unos de ellos. Pero todo esto no es nada mas que una dura coraza que se ha empeñado en construir para tapar al débil y triste chico que se oculta tras ella, y que muy pocos conocen.
Los murmullos se comenzaron a hacer presentes en el lugar por el cual pasaba Min.
-¿Acaso se sentirá triste por la muerte de sus padres? -susurro una chica a la que al parecer era su amiga-
-lo dudo, ese hombre es una piedra -respondió ella-
-apuesto a que los mato para quedarse con su fortuna -hablo un chico no muy sutilmente-
-no entiendo como es capaz de mantener esa cara siempre
-no tiene sentimientos
Y así siguieron los susurros y cuchicheos inescrupulosos alrededor del de cabello verde menta. Esto era lo que tenia que aguantar constantemente desde que todos en la escuela se enteraron del accidente. La noticia se regó mas rápido que el sida, contagiando a todo el mundo y convirtiéndose en el cotilleo de la semana, aunque dicho accidente ya iba a cumplir un mes de haber ocurrido. "Chisme bueno nunca muere", eso decían.
Por fin, después de lo que fue una eternidad para Yoongi (que en realidad fueron 5 minutos), pudo llegar a la cafetería. A unas cuantas mesas pudo divisar a su grupo de amigos charlando muy cómodamente, cuando estos lo vieron le sonrieron y le indicaron que fuera donde se encontraban. Aquella acción casi lo hizo sonreír, casi.
Se dirigió a dicho lugar y se sentó al lado de un rubio.
-¿Pudiste recordar algo Yoongi? -pregunto el chico de cabellos rubios-
-nada, todo es muy borroso y confuso -contesto sin ánimos poniendo sus brazos sobre la mesa y escondiendo su cabeza entre estos-
-pues intenta con mas fuerza, no te rindas Yoongi -grito un alegre chico de cabello anaranjado, palmeando la espalda del peli menta-
-No.1: no olvides los honoríficos Hoseok y No.2: ¿Que mas quieres que haga?, no puedo forzarme a recordar algo que simplemente no esta en mi cabeza.
-vamos Yoongi, no seas tan pesimista -hablo un peli plateado, con la piel un poco mas tostada que la de los demás-
-ah, hola ¿Nos conocemos?, sabes bastante bien que pesimismo es mi segundo nombre. Ademas, ¿Quien me asegura que ellos realmente están muertos y todo esto no es mas que una puta broma de ustedes? -bufo irritado, este tema ya lo estaba cansando-
-Yoongi, ¿Acaso te estas escuchando? ¿Nos crees capaces de hacer tal cosa?, nos gusta molestarte de vez en cuando pero jamas jugaríamos con algo así. Tu mismo viste los cadáveres de tus padres ser enterados bajo pilas y pilas de tierra, ni se te ocurra pensar que es una simple broma -el tono con el que hablo Seokjin asusto mucho a los demás presentes. Hasta ahora, jamas había sonado tan enojado por algo que haya dicho Yoongi, normalmente se lo toma con gracia pero esto en parte lo afecto-
El silencio reino por unos minutos en la mesa donde se ubicaba el grupo de amigos. Nadie se atrevió a pronunciar palabra alguna con temor de volver el ambiente aun mas pesado. Hasta que finalmente Yoongi decide romper el duro hielo.
-lo siento, no medí mis palabras -arrepentido agacho la cabeza y un sentimiento de culpa se alojo en su pecho-
-y bien...¿Que harán hoy en la tarde? ¿Que tal si vamos al centro comercial -pregunto un sonriente Taehyung tratando de bajar la tensión-
Todos asintieron con una sonrisa en sus rostros, la idea no sonaba mal. Todos menos Yoongi.
-yo paso -anuncio muy secamente-
-pero...
-dije que no voy y punto. Gracias por la invitación.
Dicho eso, sonó la campana para retornar a las clases. Yoongi en silencio se levanto de la mesa y se alejo de sus amigo. En estos momentos lo que menos quería era salir. Desde que sus padres murieron, una parte de el murió con ellos a pesar de que respira y su cuerpo sigue en pie. Pero eso ya no le importa, estar vivo ya no le interesa, siente como si su ser solo fuera un cascaron vació sin alma ni razón. Quería que lo dejaran morir en paz, con la esperanza de poder dejar este mundo y reunirse con sus amados progenitores, pero lo único que consiguió fue seguir sufriendo solo, triste y abandonado entre este tumulto de gente que no comprende.
Ellos eran su brújula, ahora el esta perdido.
La campana sonó nuevamente anunciando a los estudiantes que ya podían irse. Sin nada de ganas, el peli menta tomo sus cosas y se fue del establecimiento educativo bajo el escrutinio de varios ojos que lo juzgaban y ni siquiera sabían por que.
Con pasos tranquilos, camino varias calles hasta divisar esas lúgubres rejas negras con picos en sus extremos superiores para evitar las visitas inesperadas de ladrones sin escrúpulos. Sus típicos muros de ladrillo sin pintar y unos cuantos arboles un tanto marchitos bamboleando sus ramas mientras sus secas y agujereadas hojas bailan sobre estas. La puerta estaba abierta de par en par, invitándolo a pasar.
Entro, el sitio estaba vació como siempre, no le sorprendió en lo absoluto. Camino entre bóvedas tristes y lapidas solitarias, tumbas sin nombre y simples montículos de tierra anónimos ante los ojos de los demás.
Finalmente se detuvo frente a dos lapidas que tenían tallados los nombres de quienes ahora le cuesta pronunciar. Dos sencillas tumbas grises en donde solo se ve los nombres de los que solía amar, sin fecha ni causa. Ya no se atreve a recordar aquel día.
-hola -saludo a las calladas tumbas- ¿Saben?, los extraño demasiado y...tan solo quisiera que esto fuera un mal sueño -le confeso a la nada y la nada se guardo su vago susurro para ella misma, apoyo su mano derecha en la tierra para sentarse enfrente de las dos piezas de mármol- quisiera recordar lo que paso ese día pero siento que me traerá aun mas dolor -su voz se estaba quebrando y sin saberlo ya se encontraba derramando saladas lagrimas que quemaban hasta sus poros mientras estas destilaban de sus ojos negros-
Un sonido de hojas quebrándose bajo el peso de algo o alguien alerto al pálido de un posible peligro. Volteo rápidamente su cabeza para encontrarse con un chico de cabello rosado y apariencia de infante justo detrás de el. Lo observaba, y por lo que alcanzo a ver (pues su visión estaba algo borrosa por las lagrimas), estaba llorando.
Lo miro por unos instantes extrañado, volteo a ver a su alrededor si el chico venia con alguien mas. Pero cuando volvió su vista al susodicho, este ya no se encontraba en el lugar.
Hola de nuevo mis preciosas personitas, les traigo este capitulo nuevo que admito, me costo varios días hacer así que espero que lo disfruten por que lo hice con mucho amor :3 (voy a admitir que te quedo bien) oh muchas gracias hada madrina (por cierto, feliz cumpleaños estúpida) ay gracias me encorazonas <3. Sin mas que decir me despido, sayonara.
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