Capitulo 3

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Era un día maravilloso. El cielo estaba teñido de un claro azul, las nubles flotaban libremente en el aire como blanquecinos algodones de azúcar y los pajaritos revoloteaban por doquier trinando sus dulces canciones de amor. Pero algo no era tan bueno, pues había un amargado chico que prefirió quedarse encerrado en su enorme habitación, con las ventanas cerradas y en oscuridad total. El manto silencioso que cubría el cuarto era impresionante, tan denso que se podría cortar a la mitad con unas simples tijeras para niños.

Sentado en una estrecha esquina, escuchando una de sus canciones favoritas de Epic High, el grupo que tanto amaba. Esa canción solía transmitirle cosas que ni el sabia que existían en su ser, pero ahora...no sentía nada.

De repente el inmaculado y tierno rostro de Jimin irrumpió en su mente sin permiso, confundiendo un poco al peli menta quien no tenia ni la menor idea de la razón. Comenzó a detallar mentalmente el inocente aspecto de su menos, sus rechonchas mejillas, delineo con su ojo mental cada hebra que componía el rosado cabello que lo hacia lucir aun mejor, sus pequeños ojos almendrados, su definida nariz de botón, esa blanca (no tanto como la de el) y perfecta piel. Pero por sobre todas las cosas, los voluminosos, rojos y apetecibles labios con los que había sido dotado. Y sin saberlo, su cara estaba ardiendo en mil tonalidades de rojo.

¡Carajo! ¿¡Pero en que estaba pensando!?

Apenas lo conocía de hace unos pocos días, no podía ser que le ¿Gustara?. Pues también era culpa de Jimin, desde el día en que prácticamente le rogó porque lo dejara ayudarlo con su contante estado de depresión, ha estado al pendiente de el en todo momento esforzándose en lo posible de hacerlo sonreír, y sorprendentemente lo lograba. Algo estaba cambiando en Yoongi, incluso sus amigos lo han ido notando, y les alegraba mucho.

Pero también algo había cambiado en el menor y en cierta forma le preocupaba mucho. Se veía un poco débil y en momentos palidecía en sobremanera, desmayándose algunas veces y quejándose de fuertes dolores de estomago en otras. Le preocupaba también el que Jimin no llevara dinero para comprar su almuerzo en la cafetería de la escuela y sus amigos (incluido el)le daban de los suyos, aunque el se negaba.

Todos esos pensamientos fueron interrumpidos por un sonido sordo y exasperante que retumbaba en los oídos del pálido y hacia eco en su cabeza. Penso que eran sus audífonos que estaban fallando así que se los quito con prisa tirándolos a un lado junto a su celular, pero el horroroso sonido no cesaba. Se levanto del suelo y camino en círculos sobre su propio eje mientras gruñía con molestia y dolor, el asqueroso ruido similar a un zumbido estaba suavizándose, hasta que ya no lo escucho mas.

-¿Pero que fue eso? -se pregunto a si mismo retirando las manos de sus orejas. Sin respuesta aparente-

La puerta fue abierta dejando ver a su querida nana tras ella, paseo su vista por el obscuro cuarto y arrugo el entrecejo.

-oh Yoongi por amor a Dios, abre las ventanas, este lugar parece una cueva -la mujer se dirigió hacia dichas ventanas y de un tirón, abrió las cortinas, la luz fluyo por todas partes como una rica cascada de agua fresca y en menos de 3 segundos, el lugar estaba inundado hasta el techo. La mujer de mediana edad suspiro satisfecha- así se ve mejor

Yoongi solo se cubrió en cuento la iluminación llego a su campo de visión, cegándolo por unos instantes y bufando fastidiado por el dolor que le causaba en sus negros ojos.

-deberías salir de aquí he ir a alguna parte con tus amigos, te hace daño estar encerrado todo el tiempo -lo miro con ojos de preocupación, como su difunta madre solía hacerlo-

-ellos tienen otros planes hoy -dijo sin mucha importancia-

-pues nada te impide salir tu solo

-pero...

Abismo de sueños // YoonminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora