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Despertó con frío. Poniendo una mano inútilmente en el lado vacío de la cama, de nuevo él no estaba.

Siempre se preguntó en dónde dormía TaeHyung.

Se sentó en la orilla de la cama, mirando el suelo tristemente. El sonido de las manecillas del reloj era lo único que se escuchaba en la fría habitación.

Su celular vibró en el mueble que estaba a lado de la cama.

Lo tomó para ver el mensaje que le acababa de llegar.

"Bebé, siento no haber podido ir por ti y..."

No terminó de leer el mensaje, estaba cansado de escuchar diariamente la misma excusa.

Amaba a TaeHyung, dios, lo amaba con locura... y por eso le dolía que ya no viniera a verlo, a pasar tiempo con él, que lo ilusionara con un "hoy saldremos juntos" y se quedara esperándolo con decepción en sus ojos, que se disculpara con sólo un "lo siento" como si lo que sintiese no importara. Simplemente ya no podía soportarlo.

Realmente TaeHyung le estaba dando la espalda.

Dejó el celular donde estaba, levantándose para ir a la ducha. Ignorando olímpicamente a su celular que volvió a vibrar.

Una vez salió y se vistió, agarró las llaves de la gran casa y salió de esta. Caminaba por las calles de Seúl que ya estaban llenas de gente como todos los días. Sigue triste, y molesto.

Todo el camino se la pasó pensando en TaeHyung y en lo feliz que era a su lado.

Hasta que llegó.

Llegó a esa empresa musical a la que TaeHyung logró entrar después de tanto esfuerzo, el rubio había derramado sudor y lágrimas para poder entrar. Y claro, JungKook siempre estuvo ahí para secar su frente y sus ojos.



—JungKook...

El nombrado dirigió su vista a la puerta una vez escuchó aquel sollozo. Le destrozó la imagen de TaeHyung con los ojos rojos y lágrimas deslizándose por sus mejillas.

—Tae...—se levantó rápidamente, dejando la pluma con la que hacía los montones de tarea, para ir hacia su novio y abrazarlo con todas sus fuerzas.

El corazón se le rompió en cuanto su amado comenzó a llorar amargamente en su pecho, el rubio apretó su cintura mientras seguía llorando. Y es que de nuevo lo habían rechazado en la agencia a la que tanto quería entrar. La voz de TaeHyung no era lo suficientemente buena para la empresa.

Idiotas. Pensó JungKook, para él la voz de su novio era la de un ángel. TaeHyung siempre le cantaba una canción al mimarlo amtes de dormir.

—¿De verdad canto tan mal?—preguntó sobre la ropa del menor. El azabache lo apretó sobre su pecho y negó con la cabeza.

—Claro que no, TaeTae... tú cantas hermoso, no les hagas caso...—besó la rubia cabellera con cariño.

—¿Entonces por qué no me aceptan? Me estoy esforzando, de verdad que sí...—volvió a llorar.

—Que se jodan—maldijo—no los escuches, yo sé lo mucho que te has esforzado...

—Pero...—hipó.

—Tae, yo te voy a ayudar...—lo miró a los ojos.

—JungKook, pero...

Without Me 『VKook』Donde viven las historias. Descúbrelo ahora