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Secaba sus oscuros cabellos con una toalla mientras que otra rodeaba su cintura. Aún faltaban unas horas para aquella fiesta pero quiso alistarse antes. SeokJin se había ido a su casa a cambiarse él igual, estaba solo de nuevo en esa enorme casa.

Se dirigió al armario sacando toda su ropa y una maleta.

No iba a seguir ahí, no podía. Le traían algunos recuerdos que le dolían, aunque no estaba tan encariñado con el lugar y casi siempre estuvo solo ahí. Después de secarse, vestirse, arreglarse abrió la maleta comenzando a guardar sus prendas y suspiró entrecortado al querer sollozar por milésima vez en el día, sorbió por la nariz ahuyentando las ganas de echarse a llorar cual bebé, de nuevo.

No quería que sus ojos se hincharan y achicaran más de lo que ya estaban.

De los cajones sacó su ropa interior y al querer dar un paso para atrás pisó algo haciendo un ruido de algo quebrándose.

La foto...

La foto donde se encontraban él y su ya ex novio estaba bajo de la suela de su zapato, con el marco y el cristal que la protegía cuarteado, roto.

Al igual que tantas promesas y su corazón.

Mordió su labio inferior y la levantó del suelo, admirándola detalladamente. El rubio sonreía plenamente a la cámara, con un helado en una mano y la otra rodeando el hombro del azabache. JungKook sólo tenía sus mejillas rojas y una sonrisa tímida, en sus manos un algodón de azúcar, al fondo varios juegos mecánicos y atracciones.

Sonrió relamiendo sus labios, sus ojos llenándose de lágrimas pero sin derramarse, acarició la cuarteadura que los atravesaba y cerró los ojos llevándola a su pecho.

Respiró hondo, tratando de calmarse e ignorar las fuertes punzadas en su corazón que sólo aumentaban más y más. Alejando la imagen de su pecho la observó una vez más...

¿Qué fue lo qué pasó? Estaba tan confundido... tan triste, tan enojado y sobre todo tan decepcionado.

¿Acaso hizo algo malo? Siempre estuvo para TaeHyung, no importaba qué, le dio todo su amor millones de veces y su apoyo. Y le había jurado estar siempre ahí cuando cayera.

Dio demasiado para mantenerlo cerca.

Entonces, ¿por qué ahora el rubio estaba con otra persona? ¿por qué lo había dejado de amar? ¿por qué de esa forma?

¿Qué hizo esa chica que él no pudo hacer?

Tal vez nunca lo sabría...

Apretó sus ojos, sintiendo el dolor de cabeza volver a aparecer así que dejó la foto donde estaba, volvería por ella y su demás ropa más tarde, ya no cabía nada en su maleta.

Volvería a su antiguo hogar.

...

El timbre lo hizo pegar un salto, se levantó del sofá sin despegar la bolsa de hielo de sus ojos, dirigiéndose a la puerta para abrirle a su hyung, de seguro era él para irse a la fiesta.

—¡Kookie!—lo atrapó en sus brazos y el nombrado correspondió con una diminuta sonrisa.

—Hyung, creí que no llegarías. ¿Dónde estabas?— cuestionó al separarse, descubriendo uno de sus ojos, y mirar los de su mayor.

—Oh, sólo me surgió un problema hace rato pero ya todo está bien—sonrió plenamente para él.

—Oh ya veo...— se quitó por completo el hielo.—¿Ya no se ven tan hinchados?— mostró una sonrisa avergonzada.

—Ya no como antes, pero sí se ve que lloraste, bebé...

—Bueno, con tal de poder abrir los ojos estoy bien—dio una risita nasal.

SeokJin hizo una mueca mirando tristemente al menor para luego acariciar su mejilla.

—¿Y qué esperas, hyung? Vamos ya a esa fiesta.—volvió a sonreír rompiendo el corazón de SeokJin.

Ver a JungKook de esa forma lo ponía mal a él también. Se veía tan frágil con sus ojos aún algo rojos e hinchados y sonriendo, con el aire a tristeza aun envolviéndolo.

—Está bien, Kookie, vamos— aun así le sonrió.

El azabache quitó el hielo de sus ojos y tomó su maleta que estaba a lado del sofá sorprendiendo al castaño.

—Listo.

—¿Qué es...?

—No voy a seguir viviendo aquí, hyung... TaeHyung, él... de seguro traerá aquí a su novia y...—desvió la mirada— no quiero estar aquí cuando eso pase...

—¿Y a dónde irás? Si quieres puedes-

—Hyung, volveré a mi casa, donde vivía antes de venir aquí...— explicó.

—Pero...

—Voy a estar bien, Jin hyung...—dijo al acariciar el hombro de SeokJin quien lo miraba preocupado.

—Está bien, pero si necesitas ayuda no dudes en perdérmela, cariño...—y el azabache sólo asintió.

Después de eso salieron, JungKook volteó hacia atrás mirando la casa con una expresión de tristeza. No terminando de aceptarlo pero teniendo qué...

Subieron al auto del castaño y partieron al evento.



Without Me 『VKook』Donde viven las historias. Descúbrelo ahora