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Abrió los ojos lentamente, con dificultad y soltó un gemido de dolor en cuanto sintió el terrible dolor de cabeza azotarle. Presionó su frente con la palma de su mano apretando los ojos.

Hizo el intento de levantarse un poco pero sintió un mareo que terminó taladrándole la cabeza y que lo devolvió a la cama. Su cuerpo se sentía tan pesado e intentó relajarse un poco. Su celular vibró en frente de su cara y fue ahí cuando otro dolor se coló de nuevo en su corazón.

Instantáneamente volvieron los recuerdos de la noche anterior y de nuevo lo envolvieron las inmensas ganas de llorar.

No fue una pesadilla.

Secaba las rebeldes lágrimas que se le escaparon y sorbió por la nariz, negándose a seguir llorando. Tenía que ir por una pastilla porque la cabeza lo estaba matando...

Esta vez se levantó con cuidado y despacio para no volver a marearse. Caminó con su celular en mano mientras seguía sorbiendo por la nariz el resto de mucosidad. Se detuvo en el espejo, mirándose a sí mismo. Tenía los ojos muy hinchados y rojos. Sus labios estaban resecos y partidos, se veía más pálido de lo normal y su cabello era un desastre. Suspiró con tristeza al mismo tiempo en que volvían salir lágrimas de sus orbes.

—Ya basta...— murmuró para sí mismo mirándose al espejo y con la manga de su suéter volvió a secar sus ojos.

De verdad ya no quería llorar, no sólo el dolor de cabeza estaba matándole...

Pero las lágrimas caían por sí solas al recordarlo, al recordar a TaeHyung, las imágenes de ayer seguían repitiéndose en su cabeza una y otra vez. ¿De verdad TaeHyung lo cambió por aquella mujer?

¿A TaeHyung ya no le importaba? ¿Ya no lo amaba?

JungKook simplemente no terminaba de creerlo. No podía, le costaba tanto creer y aceptar que TaeHyung, el que fue su mejor amigo en la preparatoria, al que le contaba sus tristezas y sus alegrías, en el que confió por años y al que le entregó todo; su amistad, su amor, su cuerpo, su corazón. Absolutamente todo. A quien amaba más que a su vida... lo había traicionado así.

Nadie podía culparlo, ¿Quién podría aceptar tal traición de la persona que menos esperaba y más amaba?

Puso una mano en su sien, apretando justo donde le dolía. Salió de la habitación para dirigirse a las escaleras y agarrarse de barandal, bajando con cuidado de no caerse. Pues tenía la mirada un poco borrosa.

No se escuchaba nada, en aquella enorme casa no se escuchaba ni un alma. Sólo estaba él, siempre solo. Muy pocas veces estuvo con alguien en ese lugar, el rubio muy pocas veces había pasado con él ahí.

Iba a ir por la pastilla pero el sonido del timbre le interrumpió.

Se dirigió a la puerta con una tonta esperanza de que fuera el rubio, riéndose de él por la pesada broma que le había jugado, diciéndole que no andaba con Irene y que lo amaba sólo a él.

Que iluso, ¿cierto?

—¡Oh, Kookie, estaba tan preocupado!—unos fuertes brazos lo rodearon.

—Hyung...

SeokJin se apartó un poco para sonreírle con cariño y tristeza.

—Hola, cariño...— pasó su mano por las mejillas aún húmedas de su menor.

—Hyung...—no pudo más y enterró su rostro en el fuerte pecho de SeokJin rompiendo en llanto.

El castaño pasó su brazo por la espalda del azabache, acercándolo más a él y acariciando su cabeza con ternura.

—Ya, bebé...— lo consolaba como si de un niño se tratase.

Le destrozada escuchar los sollozos del menor, simplemente no se merecía llorar por un imbécil. Porque sí, eso era Kim TaeHyung para SeokJin.

El mayor cerró la puerta tras de sí y comenzó a caminar con JungKook aun llorando en su pecho hacia el enorme sofá de la sala. El azabache lloraba como si fuera a morirse, ni siquiera respiraba bien.

—Hey, Kookie, mírame...—habló el castaño separándolo de él.

—Es que... hyung... Tae... él...—decía entre sollozos.

—Ya, lo sé, ya no llores por favor...— tomó sus mejillas tratando se secar sus lágrimas pero era inútil... seguían cayendo de los hermosos ojos de JungKook sin detenerse.

—Hyung...—sollozo— ¿Por qué... él...?— apenas y podía entenderse lo que decía.

—No lo sé, Kookie... cálmate... te vas a desmayar...— pero el menor hizo caso omiso.

Siguió llorando a sus anchas, con sus manos cubriendo sus ojos y SeokJin no hizo nada más que abrazarlo fuertemente, hablando con dulzura para consolar a su menor.

Le partía verlo llorar de esa forma. Como si fuera a acabarse el mundo, aunque de seguro eso sentía el azabache.

—Tae...—sollozó contra el hombro del mayor y este sólo bajó la mirada con tristeza, acariciando su cabeza con cariño.

—Ya, JungKookie...—arrulló.

Y ahí Jin se juró hacer que cualquier rastro del dolor que ahora sentía su pequeño ex novio desapareciera y no dejaría que nadie más lo rompiera así de nuevo.



Perdón si son muy cortos :'c

Without Me 『VKook』Donde viven las historias. Descúbrelo ahora