27- TEMPUS

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Echo con amor y pegasos mágicos


Sus ojos en una furia brillante, asombrosa, caótica y al mismo tiempo... Artística.

Los ojos acaramelados se habían prendido como una flama y todos eran testigos de aquello. Ni siquiera cuando vio a su primer titan sus ojos habían ardido tanto, pero ahora, ardían con tal fuerza que solo de mantener la mirada quemaban.

El cuerpo desnutrido, pálido, adornado en moretones y cubierto por el manto cálido carmesí asomaba delicadamente por el fondo del bar, implorando perdón incluso en su última mirada.

¿quien hubiera creído, que, incluso después de tanto tiempo ella recordaba el rostro brillante de su única hija?

Una mujer sumergida en la pobreza, que había vendido a su hija por miserias y luego arrepentida la había buscado.

Pasaron unos días para que el hombre preguntara por la niña, y este destrozado y afectado por el alcohol golpeó a la mujer. Aquella mujer buscó a su hija por mucho tiempo, hasta que después de diez años comiendo miserias en la basura la encontró. En un bar maloliente durante la noche fue cuando descubrieron que la señora esquelética buscaba a la hija mayor del señor  Volgrimler, fue entonces que uno de los servidores de la casa decidió matarla por tener "Malas intenciones" Pasó menos de dos horas para que la morena entre risa y risa fuera a su bar favorito y se encontrara con el cuerpo cansado de su madre, de su maldita madre, de la desgraciada que la vendió, de su madre que la amó, de la madre arrepentida.

Ardió en furia.

Se apagó en tristeza.

Cayó en lágrimas.

Su delicada boca seca susurró cosas sin significado y una lagrima salió de sus ojos cerrados.

Amargos y dolorosos recuerdos que quisiera borrar, que desearía fueran pesadillas.

— Han — Levi sacudió su brazo

Observó su rostro adolorido y tensado. Sus cabellos enredados caer por su frente y rozar sus mejillas, su respiración se agitaba y sollozaba arrinconada en la orilla de un sofá verde, tapada con una manta gruesa y cuidada por un hombre molesto por su rol.

Una mujer asomó por el marco de una puerta y se acercó sonriente.

De cabellos rojizos, ojos grandes color ámbar claro y con la piel delicada.

Dejó tres tazas de té sobre una mesita de madera, dos eran té de chai y otro era amargo y obscuro té negro, le cedió una taza a su mayor y se sentó erecta en el pequeño sofá individual

— Cuando tenía pesadillas solía abrazarla. Ella dormía muy poco, y cuando tenía sueños así, evitaba despertarla, al despertarla que ella volviese a dormir era muy difícil y era mejor calmarla así y que durmiera por lo menos unas horas más. Las únicas veces que la ví llorar fueron esas: cuando dormía.

Levi observó a Hange y dudó de lo que decía Nifa, tal vez ella solo quería ver que el la abrazase y no le daría ese gusto.

Hanji se removió un poco más y en un susurro distorsionada logró decir: "Mamá"

Levi se sombró, abrió delicadamente la boca y luego solo suspiró sin decir nada, se levantó y empezó a caminar.

— Si cuidabas tanto de ella, podrás hacerlo ahora ¿No?

No está bien

Agregó por último y subió las escaleras.

Nifa miró enternecida a su antigua comandante, con delicados pasos fue hacia ella y se metió en la manta, con sus cálidos brazos atrajo su cuerpo hacia ella y como si fuese su madre la arrulló tiernamente hasta que sus sollozos se calmaran.

Entre flores (Levihan)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora