Con amor
Se miraban el uno al otro, buscando aprobación, buscando un sentimiento, buscaban algo más, tal vez, algo como la nieve, como la lluvia o como el mar.
Bello, deslumbrante, puro.
Ella rompió con el ciclo de miradas reprimidas y desvió la suya hacia el interior de la mochila amarilla que llevaría al parque de juegos.
Ella no entendía bien que pasaba. Un día le decía que la amaba, al otro le lloraba de rodillas y pedía perdón, y después fingía que no pasaba nada entre ellos, que todo fue una fantasía, que todo pasó sobre las nubes y que solo fue un sucio juego, y que tal vez ella lo sabía y era lo último: un juguete de el, desechable, solo en uso para la pasión.
El por otra parte no se entendía a el mismo, por que era cierto, el la amaba más que a la obscura luna sobre ellos, el la tenía como una reina, sobre los cielos a comparación de cualquiera, con sus bellos ojos caramelo, con su bella sonrisa deslumbrante y alegre en todo momento, y al mismo tiempo la amaba tanto como a su antigua alma de ella, tan amarilla y llena de sabiduría como los ancianos lectores. Siempre con una solución que nadie más que ella podía ver."Solo dejame probarte que puedo ser mejor, dejame probarte que puedo resistir, quiero que seas feliz, feliz conmigo, pero no puedes ser feliz conmigo por que primero tengo que aprender a ser feliz"
"Solo dejame mostrarte como ser feliz, seré feliz contigo, podrás probarme que eres mejor si te esfuerzas por quedarte, podrás mostrarme que puedes resistir si haces lo primero, seré feliz contigo"
Ambas promesas al filo del arma cargada, cargada de sentimiento, cargada de odio, amor y un solo paso, un solo gatillo.
— ¿No sabes donde dejé mi saco rojo? — Preguntó Hanji
Hubo un silencio incomodo para ella, apretó los labios y se balanceó hacia adelante con las puntas de sus zapatos esperando a que su acompañante respondiera.
No pasó nada
— Levi.
— No.
Ahí estaba de nuevo, ese comportamiento frío y cortante que ella tanto odiaba, el comportamiento que la mataba por dentro, la quemaba y la despedazaba en mil pedazos.
No volvió a decir nada después de eso, solo guardó silencio y deseó que saliera de la habitación y la dejara sola, por que sentía que si el no hacía eso ella explotaría, se sentía aturdida, enferma y sensible.
Miró de reojo su espalda, su espalda era ancha y poderosa, cada musculo marcado a la perfección, perfectamente simétrico y estable, y de repente un sentimiento de nostalgia la invadió por completo.
Ellos dos en los calabozos, separados, uno frente a otro al final del pasillo, todo era húmedo y sucio, a Levi le molestaba por completo. Habían acabado ahí por una pelea callejera, un hombre había intentado agarrar a Hanji, ella le pegó justo en la nariz con un puñetazo perfecto, Levi hacía compras con ella y lógicamente la defendió, el hombre llevaba amigos, los cuales quisieron agarrar a Levi en grupo, ella lo defendió y el a ella. Al final la policía militar intervino y se llevaron a Levi y a Hange ya que el hombre y sus amigos se veían como la miarda y la pareja llevaba repartiendo puñetazos y patadas como pastelillos. Dentro de los calabozos Levi se había quitado la ropa y había solicitado agua
— Lo siento señor, pero no puedo darle agua — explicó el guardia
— No seas tan idiota, ¿A quien puedo asesinar con agua dentro de esta maldita celda? Solo puedo arrojarle agua al fenómeno que tengo frente a mí para molestarla, así que deja de ser tan idiota y trae agua y jabón si quieres conservar tus dientes cuando yo salga.
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Entre flores (Levihan)
FanfictionHabían pasado de ser soldados de la legión de reconocimiento, esos que peleaban contra seres enormes y aterradores que mataban a los humanos por montones, a ser simples mortales con vidas no tan tranquilas, en las que entre la confusión aprendieron...