♠ | BLACK JACK | Diagnóstico 13 - Una Silueta Difusa

𝑩𝑳𝑨𝑪𝑲 𝑱𝑨𝑪𝑲 Diagnóstico 13: 𝓤𝓷𝓪 𝓢𝓲𝓵𝓾𝓮𝓽𝓪 𝓓𝓲𝓯𝓾𝓼𝓪 ( tercera parte )

notas pre-fic: A partir de aquí, la serie se vuelve más dramática... ¡Pero claro! la premisa es acerca de un desastre nuclear, no podría ser de otra manera ;)

advertencias: En esta entrega del fic el fanservice se vuelve más presente que nunca, espero que no les moleste demasiado. De todas formas, estoy receptiva a sugerencias.

aclaraciones: Tenía curiosidad de saber cómo reaccionaría el médico ante situaciones más incómodas... creo que lo que planteo es algo que él haría ¿qué opinan ustedes?

𝐁𝐥𝐚𝐜𝐤 𝐉𝐚𝐜𝐤 es autoría de 𝑶𝒔𝒂𝒎𝒖 𝑻𝒆𝒛𝒖𝒌𝒂.

  - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - -

Mientras tanto, Black Jack mira a su alrededor y cansado como está, una criatura llama poderosamente su atención: es un jovencito de unos 10 o 12 años de edad quien ha perdido sus miembros, yace algo expuesto sobre unas losas de hormigón (pues sólo un vendaje mal colocado cubre su cuerpo), el médico se acerca y lo mira conmovido... particularmente porque, de hecho, le recuerda a él mismo.

El chico se queja repetidamente, ha perdido ambos brazos, una pierna y la otra a punto de desprenderse. Black Jack le habla con una voz suave y le dice que le aplicará un medicamento para aminorar el suplicio... entre gemidos de dolor, contesta con un "gracias".

Entonces, el galeno hurga en su maletín y el niño lo observa angustiado. —Descuida, no te voy a inyectar, se trata de un jarabe —le comenta el médico al notar su mirada.

Prepara una dosis de metadona (1) para aliviar el sufrimiento del muchachito, y sin previo aviso, un par de militares se acercan con una desgarbada camilla.

—¡A un lado! —ordena violentamente uno de los soldados.

—Permítanme, por favor, estoy por aplicarle algo para el dolor —replica el galeno con un tono de voz sumamente amorosa y cordial.

—¡¿Quién carajo es usted...?! —Pregunta el soldado. Acto seguido, el otro (con más rango que el primero), alza su mano para ordenar silencio y le dice en voz baja: «Es el médico contratado por el Sr. Walter»

El niño se toma el jarabe y Black Jack se levanta en señal de que ha terminado —Muchas gracias por su paciencia, caballeros —los militares no contestan, en su lugar, toman bruscamente al jovencito y ante la mirada intimidante de Black Jack suavizan su trato hacia él.

—¿A dónde lo llevan? —Pregunta el médico con tono autoritario.

—Eso a usted no le importa —responde el primer soldado, de golpe con voz seca.

—Lo llevaremos a un hospital —contesta el soldado con más rango, cortésmente.

Al conducirlo a la salida, el muchachito mira con ojos tristes a Black Jack y este se queda de pie devolviéndole la mirada de igual forma. Es una sensación terrible, como un espasmo, frío, casi una premonición...

"se siente como si..."

—...Jamás lo volviera a ver? —cuestiona una delicada voz con acento báltico.

—¿D-disculpe? —Pregunta Black Jack confundido.

—Hizo un ademán muy extraño al murmurar y... de repente percibí como si fuera una especie de... de sensación, no sé cómo explicarlo... lo siento, no me haga caso, supongo que yo también estoy cansado —ante semejante explicación (con tantos ademanes, de paso), el joven quién aún no se ha presentado, esboza una tímida sonrisa y para romper la tensión, le da una palmada en el hombro a Black Jack—. ¡Vamos!, lo llevaré a un lugar donde pueda dormitar un rato.