Capitulo 1

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La reina Britania y la
reina Normanda

Una joven mujer beta, de largos cabellos rojizos y opacos ojos aguamarina observaban con nostalgia los paisajes de los alrededores del castillo, esperando dentro de si, dejar de estar en la ignorancia sobre aquella guerra que desde generaciones posteriores había estado presente.

-Mi señora, han llegado nuevas misivas desde el frente de batalla- murmuró aquel hombre de ya gran avanzada edad,  y que tantos años había estado al servicio de la corona inglesa entrando precipitadamente a la habitación, cosa que no paso desapercibida por su majestad, pero aun así decidió ignorarla.

-Habla, hace más de un mes que no recibo noticia alguna- la mujer solo frunció el entrecejo demostrando su molestia al ser apartada de la información que se transmitía desde el frente.

El viejo hombre se resignó a ignorar tal expresión de la Reina, pues sabia como era el carácter de su majestad pero aun así sentía remordimiento por haberle ocultado tanta información a ordenes de su cónyuge y sin embargo estaba ahí trayendo aquello que podría desatar una desgracia.

La mujer de  ojos aguamarina tomó la misiva entre sus manos observando brevemente el estado del papel, algo arrugado y manchado con un poco de tierra.

Sacudió el papel ligeramente intentando quitar el polvo que se había impregnado en ella.

Con algo de desesperación abrió aquello que contenía detalles más a fondo de lo que pasaba en la guerra.

El viejo Conde solo esperaba ordenes de su señora, manteniendo la cabeza baja, pero no pudo evitar  de vez en cuando subir la mirada para observar las expresiones de la Reina.

Entre más avanzaba su lectura en la hoja, los ojos de la reina de abrían con más sorpresa mientras que sus manos empezaban a temblar con angustia.

-Oh por dios, no puede ser- exclamo dejando caer su peso sobre el trono.

-se encuentra bien su majestad-

-Prepara mi montura-dijo con voz firme- Partimos ahora.

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Los cascos de los caballos resonaban por toda la tierra al impactar estos en ella mientras una agitada reina cabalgaba lo más rápido posible seguida de una pequeña escolta y el mayor de sus hijos, el Principe Scott.

El pequeño Principe de no más de 10 años no entendía la razón por la cual su madre se encontraba tan concentrada en llegar a tal lugar donde se encontraban las tropas y sobre todo su otra madre.

El Principe de Gales no pudo evitar dejar salir un pequeño puchero de molestia, puesto que le habían apartado del resto de sus hermanos por alguna razón desconocida y que consideraba posiblemente de poca importancia.

Pero poco podía hacer para reclamarle a su madre, solo podía quedarse ahí cumpliendo aquello que su madre le digiera.

Estuvo esperando durante mucho tiempo bajo el rayo de sol intentando descifrar aquello que preocupaba a su madre, pocas pistas le eran dadas y sus deducciones se volvieron rápidamente en divagaciones que se fueron perdiendo dentro de sus pensamientos.

No fue hasta que vio como el resto frenaba abruptamente cuando volvió a la realidad que le asolaba.

Frente a ellos se encontraba el campamento de su ejército.
Poco a poco empezaban a moverse adentrándose dentro de tal campamento siendo aclamados por todo aquel que les veía.

-¡Dios le salve Reina Britania! ¡ Viva el Principe de Gales! -
Se escuchaba dentro de la multitud de aquellos soldados y campesinos que formaban su campaña.

La joven Reina poco le importaba en ese momento aquello que tanto le aclamaban, puesto que aun no había llegado a su objetivo, mientras que su hijo escuchaba con emoción el aclamó de aquellos que dentro de algunos años serían sus vasallos.

Al llegar frente a la carpa principal bajo de su montura y rápidamente se adentro en la tienda de campaña.

Dentro una mujer de largos cabellos rubios y palida piel descansaba sobre una cama respirando entrecortadamente y con gran dificultad.

Su expresión rápidamente cambio a una de horror acercándose con sumo cuidado a su cónyuge.
Tomó con cuidado su mano apretándola con fuerza, temiendo que sea la última vez que le vea viva.

Al sentir tal presión sobre su mano abrió con dificultad los ojos dejando ver unos cansados orbes verdes.

-Has venido hasta aquí por mí- murmuró- agradezco aquello Britania, pero es peligroso que te encuentres en esta zona-.

-Poco me importa ahora Normanda, recuerda que además de ser Reina soy  tu pareja, y tú eres mi Alfa-.

Un suspiro salió de entre los labios de la mujer Rubia.

-Mi señora- volteo con las pocas fuerzas que su cuerpo todavía podía concebir intentando observar directamente a los ojos a su cónyuge- El rey de Francia desea negociar.


Inicio de esta historia, espero que se entienda un poco esto, puesto que en esta historia Arthur es hijo de Britania y Normanda ambas mujeres y reinas de Inglaterra, del mismo modo el Principe heredero es Scott.
Bueno más adelante seguiré explicando un poco como esta esto, en fin, espero ver que les pareció este cap y que esperan que pase después.
Por ahora me despido.
Funtime_michel

El deseo de nuestras naciones Donde viven las historias. Descúbrelo ahora