Parte siete

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Nada se siente real o correcto en esta completa oscuridad. Definitivamente no parece el chico de 17 años que bromeo conmigo esta mañana. Tal vez es la urgencia y desesperación en su voz lo que lo hace parecer mas viejo. Tal vez sea solo yo, no queriendo pensar en él como un chico en este momento.

Realmente no importa. Esto es algo que debe hacerse ahora. No es por diversión. Stiles necesita esto. ¡Junta tu mierda, Winchester! No hay lugar para la duda, vergüenza o culpa aquí. Son para mas tarde. Cuando todos estemos sanos y salvos, tengamos tiempo para un pequeño ayudante de cazador.

Encuentro sus caderas con mis manos, la ropa esta sudada. En realidad son mías, el chico no tenia ropa con él cuando lo encontramos. Es fácil empujar la ropa hacia abajo. Son demasiado grandes para él, siempre cayendo, revelado la parte superior de su trasero cada vez que la camisa no lo cubre. Su piel es fría al tacto, el piso de concreto absorbió todo su calor. Susurra un suave 'gracias' que apenas puedo escuchar.

Cuando mi dedo alcanza su agujero, casi salta. El sonido de sorpresa que emite me recuerda hace mucho tiempo cuando me estaba haciendo esto a mí mismo. Porque aprendí por las malas que dejar la preparación a los hombres que irían por un chico nunca es buena idea. No son buenos recuerdos. Nunca lo es prepararse para algo que temes. Sé presionar con un dedo es lo mejor que puedo hacer por Stiles en este momento. El riesgo de no prepararlo para lo que viene es demasiado alto. Lo sé por dolorosas experiencias. Pero saber esto, algo de esto, no lo hace más fácil.

"Quiero que lo hagas, Dean. Por favor. Se que serás gentil." Suplica, probablemente sospechando que cambié de opinión.

Casi puedo ver sus ojos bambi en mi mente, ojos grandes y suplicantes.

"Okay, ¿Listo?"

Escupo en las dedos y los llevo a la mano que toca Stiles. Apuntar no es fácil cuando no puedo ver una mierda, por otro lado, no estoy seguro de poder forzarme a hacer esto si pudiera verlo.

Es tan cálido allí, especialmente comparándolo con su trasero helado, y da un fuerte silbido cuando mi dedo medio entra en él.

"Lo siento."

"Esta bien." Susurra pero sus gruñidos me dicen que no.

Realmente no lo es.

Está apretado. Y cálido. Y comienza a sentirse como algo que realmente no debería. Aquí es tan silencioso que puedo escuchar mi dedo moviéndose en su culo. Quiero hablar, decir algo solo para tener un ruido que no sea ese torpe sonido blanco, pero ¿Qué puedes decir en tal situación? No es que nunca haya hecho esto antes pero en todos esos momentos hablar sucio era el camino. No puedo hablar sobre el gran pedazo de carne que va a meter en su culo, ¿Verdad? ¡Jesús!

Se seca antes de que pueda empujar mi dedo hacia el segundo nudillo, como era de esperar. La saliva es el peor lubricante.

"Voy a escupir un poco más, ¿Okay?" Digo y acerco mi boca lo mas posible a su culo sin tocarlo.

Funciona por un tiempo, así que sigo haciendo el movimiento repetitivo. Para cuando tengo dos dedos dentro, Stiles está gimiendo suavemente, y tengo una erección enferma que me llevaría directamente al infierno.

"Pon tus dedos en mi boca." Él me asusta hablando de repente en este silencio. "El tuyo es más seco que... había un dicho para esto." Su voz tiene esa inocente curiosidad. Como si estuviéramos viendo las noticias, o algo igualmente mundano.

"Más seco que el coño de una monja." Respondo antes de pensar.

"Oh..." Suena con el corazón roto. "No era lo que estaba buscando, pero si, creo que eso también funciona."

Carnada de loboDonde viven las historias. Descúbrelo ahora