Mi Herencia.

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Contar esto que me paso no es fácil, es una de esas historias que tanto quiero olvidar, yo no puedo no creer en los demonios, la brujería y esos temas místicos, pues vivo aterrado desde que ocurrió esto en la casa que me fue heredada por un familiar tan lejano que ni conocía.

En las afueras de Apodaca había un numero de lugares que se usaban como granjas, pues era un lugar que se dedicó mucho tiempo a eso. La casa de mi familiar, al que llamare Tío Red, se encontraba muy alejada de las demás, casi al final de todo. La casa estaba totalmente vacía, tan solo un espejo esperaba a los visitantes inmediatamente al entrar, no era un espejo cualquiera, pues pareciera que tu reflejo te juzgara cuando te mirabas en él, es extraño que lo mencione, pero nunca se me ocurrió quitarlo, a pesar de que solo colgaba de un trozo de metal oxidado.

La primera noche en esa casa fue la peor, pues tan solo al cerrar los ojos comenzaban a escucharse unos fuertes pasos entre las habitaciones, era como si lo que estuviera ahí quisiera que me percatara de su presencia, rápidamente tome mi celular y con la linterna me puse a investigar. No encontré nada, solo un par de zapatos viejos frente al espejo, uno al lado del otro. "hola?" comencé a llamar, pero nadie contestaba. En mi búsqueda por el misterioso inquilino pase un par de veces frente al espejo y pude notar que mi reflejo no estaba solo, no pude mirar, solo corrí a mi habitación y cerré con seguro. Algo en mi interior me incitaba a mirar bajo la puerta, lo hice y pude ver los zapatos frente a mi puerta.

El terror y un sentimiento de que era algo absurdo comenzaban a invadirme, "no es posible este tipo de cosas" me repetía sin descanso. Pero no falto mucho para que la cosa detrás de la puerta comenzara a desesperarse y empezara a tocar la puerta. "toc toc", los primeros golpes fueron pequeños, como un roce con la punta de los dedos, "toc toc toc toc" subía la intensidad, "Toc toc toc toc" el sonido comenzaba a elevarse y con este mi corazón imitaba el ruido atronador. Sentía como si mi corazón fuera la puerta golpeada por lo que estuviera detrás.

Toda la noche estuve atrapado sobre mi cama, siendo azotado por el ruido de los golpes en puerta, que cesaron hasta que comenzó a amanecer. Puede que sea mi imaginación, pero recuerdo que escuche un suspiro al final del asalto de lo que estaba tras la puerta. Salí solo cuando estuve seguro de que cada pasillo de la casa estaba iluminado por la luz del día, tome rápidamente mis cosas y me disponía a salir del lugar. Al bajar las escaleras pude ver que frente al espejo, en una mesita que no estaba allí la noche anterior había una jarra con incrustaciones de diamante y otras piedras preciosas, dentro de ella una nota que decía:

"Es una pena que no hayas querido verme sobrino mío, te deseo buena vida y te dejo el tesoro de la familia, úsalo con sabiduría pues te traerá una gran riqueza o una gran desgracia"

Obviamente no tome la jarra, no quería tener nada que ver con esa casa y mi familiar, subí a mi coche y me aleje lo más rápido que pude. Aun pienso que fue mi imaginación y efecto del desvelo, pero no puedo borrar de mi cabeza la última imagen de la casa. Pues al ir en el auto pude ver por el retrovisor como una mujer se despedía de mí con un pañuelo blanco...

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⏰ Última actualización: Aug 19, 2021 ⏰

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