CAPÍTULO III

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☆Alya POV☆

La fiesta se tornaba interesante para los invitados, excepto para mí. Así que decidí regresar a mi habitación antes de lo planeado. Caminé hasta las escaleras de marmol pero, antes de poder ser libre, Scorpius me detuvo.

--- ¿Te vas tan temprano? --- preguntó al llegar a mi lado.

--- Por supuesto. --- dije in inmutarme.

--- ¿No quieres que te presente a mi novia y a sus primos?

--- ¿Tengo otra opción?

Scopius negó con la cabeza. No dije ninguna palabra y el rubio me condujo hasta donde su novia. Rose Weasley: alta, buen cuerpo, ojos marrones, piel de porcelana y un cabello rojizo que hacía énfasis a su apellido.

La pelirroja sonrió al verme. Scorpius pellizcó mi espalda sin que nadie se percatara e instantanemanete le devolví la sonrisa a Rose por cortesía.

--- Alya. Como ya sabes, ella es Rose.

---Un placer.

Extendí mi mano para estrechar la mano de la pelirroja y, mientras lo hacía, picé 'por accidente' el pie de mi hermano.

Scopius apretó los puños y nos dedicó una sonrisa, obviamente, fingida.

--- El gusto es mío.

--- Rose.

Un chico alto de cabello azabache y ojos esmeralda llamó a la pelirroja. Scorpius sujetó a la chica por la cintura.

--- Debemos volver a la madriguera. Al parecer Lily tiene migraña.

--- Pueden usar la chimenea de mi padre para que lleguen más rápido --- Intervino Scopius.

---Bueno, creo que ya estoy libre. Que pasen buena noche.

Interrumpí la conversación de ellos. El chico miró a Scopius y éste me detuvo.

--- Cierto. Alya. Él es Albus Severus Potter.

--- Ah. Un placer. --- respondí.

--- Es bueno conocer la hermana de mi mejor amigo. Escuché mucho de ti, Alya.

---Lo dudo, pero agradezco la cortesía.

---Es verdad.

--- Sí tu lo dices, Potter.

Escorpius rodó los ojos. Me despedí por última vez y regresé a mi habitación.

____

Desperté a causa de la lluvia y el extraño cantar tembloroso de algún ave. Salí sigilosamente de la cama y me acerqué al balcón.

Aunque era triste el canto, me estremeció escucharlo cada vez más cerca. Esa ave parecía un buitre pequeño, desnutrido y aflijido; salvo sus alas, que a diferencia de un buitre, eran de color negro verdoso.

El ave dejó de cantar al notar mi presencia, pareciese que habíamos hecho contacto visual, me acerqué con sigilo para no asustarla, ella seguía sin inmutarse y cuando estuve a punto de tocarla, una voz me sacó de mis pensamientos.

---Alya ¿Qué haces ahí?

Me giré de puntillas para ver a mi abuela Narcissa que estaba parada en medio de mi habitación.

---Un ave.

Volví mi mirada hacia el lugar donde estaba aquél animal, pero ya había volado.

--- Parece que caminas dormida, nada bueno para una señorita.

Odio Ser Malfoy | Tercera Generación | Harry Potter|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora