cuando no es como lo que debía ser

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Me quedé pensando en todo lo ocurrido, la ventana , la puerta, los sonidos, los susurros, que las cosas desaparezcan, el hombre del sombrero, mi paranoia con respecto a sentirme perseguido en todas partes, sin duda ha sido un año muy extraño y creo que esa  palabra es muy poco asertiva para todo lo que siento o para todo lo que me pasa. Si bien creo que todo comenzó aquel día que vi a ese anciano moribundo, nunca he estado del todo ajeno a sucesos extraños los cuales no se como explicar, no se si llamarlo habilidad pero es común en mi tener sueños premonitorios, creo que desde que mi madre me dejo comencé a tenerlos, con el paso del tiempo los sueños era un poco mas claros, un poco mas certeros, mas explícitos, pero nunca me he dado el tiempo de hacer algo con esto, simplemente dejo que pasen las cosas. 

Al rededor de mi cumpleaños numero diez, no estoy del todo seguro, por ciertos motivos que odio recordar comencé a despreciar mi fecha de cumpleaños, mas bien el celebrarlo, me pareciera que a nadie le acomodaba festejar, eso creo, pero mas que eso en el mes de mi cumpleaños suelo sentirme loco, pierdo el razonamiento a veces, lloro porque si y me enojo con mucha facilidad, en ese mismo mes mis sueños premonitorios se magnifican, así que detesto ese mes , mi cumpleaños y la celebración que conlleva todo eso. En todo este tiempo desde que vi a ese anciano no he soñado para nada, creo que de cierta manera me gusta ya no soñar, pero a cambio tengo estos episodios que no puedo explicar.

Me quedé mirando la ventada sentado en mi cama, mi mente no paraba de pensar en miles de cosas, recordaba los sueños premonitorios, recoerdaba todo lo que ha pasado este año. Por mi mente pasaba esa escalofriante sensación que sentía los primeros meses cuando bajaba de noche sabiendo que el hombre del sombrero estaba ahí esperando que lo viera, las primeras noches evitaba mirarlo pero mi curiosidad era mas grande, cuando llegaba a mi habitación me escondía entre las sabanas y tapaba mis oídos, porque siempre después de verlo comenzar el concierto de madrugada, las pisadas en la escalera o en el pasillo se intensificaban, escuchaba como se abrían cajones y yo solo trataba de dormir. Pero esta noche fue diferente todo era sereno, era tranquilidad pura, sentía un gran vacío, no se si me gusta o me asusta mas no saber bien que fue todo lo que ocurrió, pero prefiero no cuestionar nada y seguir contemplando el pedazo de cielo que logro ver desde mi ventana, lo mejor que se puede hacer en estos momentos es recordar.

Al igual que los años anteriores este año tampoco quise celebrar mi cumpleaños numero quince, solo fue un día mas, en mi familia me saludaron, mis amigos en el colegio también lo hicieron y  me regalaron unos dibujos muy tiernos. Todo ese día fue tranquilo, me sentí extraño, llevaba tanto tiempo sin sentirme en plena tranquilidad, sin estar pendiente de esa mirada, al menos ese día todo me distrajo, mi mal humor sirvió de mucho. 

Me gusta recordar en silencio, me hace feliz... eso creo...veo por la ventana como el cielo comienza a aclarecer, será un magnifico día, creo que todo lo que tenia que pasar ya pasó, me volví loco, sentí miedo, lloré, me aislé, pero acá estoy viendo como amanece. Me siento tranquilo otra vez, abrí la puerta sin titubear pero no había nadie, no se escuchan pasos, ni muebles, no escucho susurros, ya no hay nada. Poco a poco todo se vuele mas y mas claro, el sol comienza a entrar por la venta, comienzan unos hermosos días de noviembre que me merezco disfrutar, poder sonreír y compartir con mis amigos antes de volver a salir de vacaciones. Todo este año me la pasé muy solo por sentirme loco, si bien no soy una persona muy sociable, si me gusta estar con mis amigos ya que con ellos logro una complicidad increíble, peor ellos no saben nada de este hombre del sombrero y de los susuros, no saben absolutamente nada, es por esto que siempre están preguntando si me encuentro bien, ya que mis ojeras, la baja de peso y paranoia se notan mucho. Pero siento que desde hoy las cosas están como antes tranquilas como el agua.

Me levanté para ir a ducharme, necesito sacarme el cansancio de mi cuerpo, pasé la noche pensando y ahora debo ir al colegio. Dí el agua caliente y esta de apoco bajaba por mi cuerpo, mis musculo de apoco se contraían involuntariamente y se volvían a relajar, a lo largo de este año no me corte el cabello a pesar que mi madre me lo pidió reiteradas veces, lo tengo tan largo que ya casi tengo una melena y me gusta mucho jugar con ella cuando me pongo el shampoo en el. Cerré mis ojos para relajarme a un mas, estaba entrando a una especie de trance, no escuchaba nada del mundo exterior, me sentía pleno relajado, como si estuviera donde debía estar. Sentí que el agua estaba un poco mas caliente, mas espesa, esto me llamó la atención, de apoco deje de sentirme tan pleno, sentía el cuerpo pesado con una sensación pegajosa un poco extraña de explicar, había un olor extraño que invadía todo el baño, pero no era olor a drenaje o a algo así, era un olor muy peculiar como a muerto, putrefacto a cadáver quizás. Abrí mis ojos y me quede totalmente sin palabras, si había algo de cordura en mi pues ya la perdí completamente, el agua no no era agua y el baño ya no era tal de como lo recordaba, era roja espesa y coagulada, asquerosa sobre mi cuerpo desnudo, estaba lleno de sangre parecía una broma de mal gusto pero hecha por quien, no entiendo nada, las paredes del baño estaba llenas de cenizas y sangre, tenia tantas ganas de vomitar, no sabia con que limpiar la sangre que tenia en el rostro, en la boca. Mis ganas de vomitar aumentaron al imaginarme cuanta sangre habré tragado sin darme cuenta, ¿de quien será esta sangre?


un necromante modernoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora