Lovely

Capítulo 18: El otro lado de una princesa.

(Esta historia es solo una adaptación, la autora es @Smile_Free15)

-¿Dónde está mi hija?.--preguntó Maggie mirándonos a Finn, Dano y a mi mientras desayunábamos.

-No tengo idea madre, de seguro se quedó pintando como siempre.--contestó Finn mirando con un poco de temor a Maggie.

-¡Esa jovencita! Tendré que esconderle las pinturas cada mañana para que venga a desayunar. Iré por ella.--cuando Maggie hizo el amago de levantarse, Finneas habló.

-Deja que Kel suba por ella, madre.--sugirió con un toque de picardía.

Todos en la mesa me miraron.

-¿Yo?.--pregunté señalándome.

-Si tú. Billie es muy gobernada contigo, te hará caso enseguida.--Finn se encogió de hombros.

-¿Podrías hacerme el favor, Kel?  Sube a su habitación y en la puerta de la izquierda está su cuarto de pintura.--asentí levantándome de la mesa y caminando hasta la puerta. -¡Kel! Dile que la próxima vez que tarde tanto en bajar, quemaré a Pepper.

Reí suavemente iniciando mi camino hacia la habitación de Billie. Un lugar totalmente desconocido para mi. Pasé de largo mi habitación y abrí la penúltima puerta del pasillo.

La habitación no parecía la de una adolescente: su cama era matrimonial con un muy buen tiempo de tendido; sus paredes no tenían ni un solo póster o algo que normalmente se ve en alguien de su edad, había un televisor pantalla plana en todo el frente de su cama, también había una pequeña mesa donde estaban unos lentes y una laptop. A mi derecha estaba el cuarto de baño y a mi izquierda estaba la famosa puerta en la que la chica de mis sueños perdía la noción del tiempo.

Abrí la puerta lentamente encontrándome con un lugar totalmente diferente al que acababa de ver. Era un cuarto grande, con pintura en sus paredes blancas de colores totalmente vivos, dibujos hermosos pegados en un lugar especial de la pared y justo frente a un cuadro en blanco estaba parada la que creo es la princesa de O'Connell.

Tenía los pies descalzos, el cabello recogido en una coleta alta, tenía un oberol cubierto de pintura y algunas partes de su cuerpo.

-Billie...--llamé ganándome completamente su atención.

-¿Kels?... ¿Qué haces aquí?.--pregunto acercándose a mi y sus ojos estaban brillantes.

-Tu madre me pidió que te llamara y que la próxima vez que tardes tanto en bajar quemará a Pepper.--repetí las palabras de Maggie mirando con diversión como sus ojos se abrían.

-No se atrevería.--susurró algo sorprendida.

-Creeme, lo decía muy enserio.--ella giró su cabeza hacia un estante donde estaba el famoso peluche de perro.

-¿Tu serías capaz? ¡Es adorable!.--como si aún no lo creyera fue hasta el peluche y lo abrazó con un puchero como si su vida dependiera de el.

Esa escena tan completamente adorable logró acelerarme el corazón y sin poder evitarlo una sonrisa apareció en mi rostro.

-Es completamente adorable.--dije sin referirme al peluche que verdaderamente era muy lindo.

-Que bien que lo entiendas.--volvió a dejar el peluche en su lugar.--Lamento recibirte así, pero me siento más cómoda.--me sonrió ampliamente y yo tomé su mano llena de pintura.