CAPÍTULO NUEVE
Keith
10 de mayo, 2011
Algo debe estar mal en mí, no es posible que no sea capaz de conseguir una erección decente cuando una chica sexy está deslizando su boca por mi cuerpo, es como si todas mis sensaciones estuvieran dormidas y la sangre no corriera por mis venas.
Estoy fuertemente tratando de concentrarme en el hecho de que sus labios están bajando por todo mi torso, sé hacia dónde se dirigen.
—Mierda —digo, realmente molesto por lo que sea que está sucediendo conmigo.
—¿Dijiste algo cariño? —pregunta la pelirroja rozando con sus labios mi poco erecto miembro.
—Lo siento cariño, pero creo que esto no está funcionando —le informo, lo más amable que puedo, saliendo de debajo de su cuerpo; la pelirroja no parece muy feliz con mi decisión y me mira con molestia.
—¿Cómo que no está funcionando?
Me coloco mi bóxer, al igual que mi pantalón, y la observo, está en su gloriosa desnudez, sus pezones color coral están fruncidos, tiene senos falsos pero son bonitos, cada curva está en su lugar y tiene unos bonitos ojos avellanas, incluso coquetear con ella se sintió agradable.
—Cariño, me refiero a que mi pene claramente no está entusiasmado, simplemente no está funcionando.
—Quizás sí...
—Lo siento, pero no va a funcionar —digo, pasando mi camisa sobre mi cuerpo—. Lamento dejarte así.
—Serás cabrón —la escucho murmurar mientras salgo de su apartamento.
Mierda. ¿Qué se supone que sucede conmigo? Nunca me había sucedido algo como esto, bueno, excepto esa vez en la que Bridget me encontró con la niñera de Katherine y tardé un par de meses en recuperarme.
Es gracioso como la sola idea de vincular el nombre de Bridget con la palabra sexo hace que una dolorosa erección se alce con rapidez, mientras que una ardiente mujer desnuda lamiendo mi cuerpo no despertó nada. Lindo.
Una vez en mi apartamento, vistiendo solo unos bóxers, hago lo mejor que siempre puedo hacer cuando algo me abruma, hablar con el abuelo Luca. El hombre más cortante y sincero que pueda haber, una de las razones por las que paso más tiempo en Bolton.
—Muchacho, ¿Me estás diciendo que el soldado no se levantó? — cuestiona con incredulidad la voz del abuelo al otro lado de la línea.
—Sólo un poco, estaba sentado —bromeo, porque ante este problema lo mejor será verle el lado divertido para no alarmarme y asustarme.
—Bueno, hijo, eso es grave. Eres un grandísimo puto y no estás en edad de consumir viagra aun.
—Como la mierda que no, solo debe ser el excesivo trabajo que he tenido durante todos estos días.
—O quizás tu soldado ya decidió que solo hay un lugar en donde se meterá de manera firme.
Permanezco en silencio ante esa posibilidad, es algo gracioso el hecho de que pida consejos siempre a un viejo de setenta y cinco años que en su vida ha dormido con una sola mujer: La abuela Kim, pero el abuelo me entiende, él sabe decir las cosas correctas que nadie más me diría para no herir mis sentimientos; él es sincero aun cuando sus verdades no puedan gustarme.
—¿No crees que es el momento de dejarte ir con esa joven?
—No lo sé Fumador de Hierba, suena como algo complicado.
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Los Besos Robados de Bridget (BG.5 libro #1.5) Disponible en librerías
RomanceDurante mucho tiempo Bridget y Keith han andado uno alrededor del otro, dando vueltas alrededor de un círculo vicioso que se remite al mismo problema: Los sentimientos que albergan uno por el otro. A lo largo de los años, Bridget siendo la mejor am...