Epílogo

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EPÍLOGO

Keith

08 de Febrero, 2012

Adam observa con fijeza el oso de peluche que balanceo con mi mano mientras Bridget está vistiéndolo, él sigue mis movimientos y es hermoso ver la manera en la que sus ojos grises-azules como los míos, siguen mis movimientos. Cuando dejo de moverlo él patalea, entonces yo sonrío y lo muevo una vez más.

—Ahora sí, mi niño está hermoso —murmura Bridget con esa voz aguda y molesta con la que le gusta hablarle a nuestro hijo.

Ruedo los ojos.

—Parece un marinero Bridget.

—Es la idea, déjame buscar el gorrito.

Ruedo mis ojos una vez más mientras tomo a Adam y lo ubico sobre mi brazo, de manera que queda acunado y acostado entre ellos, observándome.

Tres meses, mi hijo está a días de cumplir tres meses y es lo más hermoso que he podido crear. Su cabello es sumamente oscuro, negro, como el de Bridget, pero sus ojos sin duda alguna son como los míos.

Es pequeño, pero está bien para el tiempo que tiene de haber nacido y su pequeña boca es muy sonrosada y carnosa, como la de mi hermana, como la de Kae. Es simplemente hermoso, sin duda alguna los genes Stuart mezclados con los Williams dan muy buenos resultados.

—Lamento que mami te vista como un marinero, pero si me opongo ya sabes lo histérica que se pone, y, para ser honesto, estoy esperando tener algo de acción hoy. Claro, si tú prometes dormir al menos cinco horas seguidas. ¿Puedes hacer eso por mí Adam? ¿Harías eso por papi?

—¿Qué le estás pidiendo? —pregunta Bridget llegando a mi lado, poniendo el ridículo gorro blanco de franjas azules en la cabeza de Adam, cubriendo su cabellera negra.

—Cosas de hombres.

Ella se inclina, besa la cabeza de Adam y luego besa rápidamente mis labios antes de cubrir a Adam con una manta. Está algo frío Londres, bueno, Londres siempre está frío y como aun el cuerpo de Adam no se adapta a la temperatura, lo último que deseamos es que él se resfrié.

—Vamos, vamos —pide Bridget, caminando hacia la sala de nuestro gran y espacioso apartamento—. Lo último que quiero es que Kae nos golpee, ya ves que anda con un humor de perros.

—Extraña a Harry —digo, dejando que ella guarde mi billetera en mi bolsillo trasero al igual que mis llaves, puesto que mantengo a Adam entre mis brazos, mi hijo lo único que hace es verme mientras mueve sus manos en pequeños puños.

Los Besos Robados de Bridget (BG.5 libro #1.5) Disponible en libreríasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora