La Venganza

Capítulo 4

El Alguacil, sí él había tomado de muy buena forma la explicación que le brinde sobre mí. Claramente si me quedo acá seré un completo dolor de cabeza para ese señor,

Estuve investigando muy bien el lugar, y es sorprendente pero... tiene una biblioteca, así que fui a mi auto por unos folletos y mis mapas, para poder asociar cosas. El hecho de que este lugar tenga biblioteca es de mucha ayuda para resolver todas mis dudas.

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Mientras más leo, más cosas me impresionan, pero no hay nada de lo que pueda servirme para decidir si quedarme o no en este lugar. 

Así que saldré de aquí. Al salir me doy cuenta que no hay gente como en otros lugares, y al otro lado de la calle siento como alguien me observa, al voltear a ver salió corriendo, así que fui detrás. Logré alcanzarla, era una mujer de estatura promedio y cabello castaño, tez morena.

- ¿Por qué corres?

- No es seguro que esté acá afuera.

- ¿De qué hablas niña?

- No debería quedarse aquí, es muy peligroso que esté aquí.

-Mira no sé de qué hablas, cálmate y me explicas, puedo asegurarte que mientras estés conmigo nadie te puede hacer daño - sólo que yo te lo haga-

- Muy bien, se lo diré, este no es un pueblo para habitar, los niños aquí no pueden salir, los adultos siempre estamos escondidos, no salimos ni a saludarnos, en realidad nada se puede hacer acá. El señor que dirige el pueblo, hace lo mismo, nunca sale, siempre está al pendiente de quienes entran al pueblo junto con sus hombres, las únicas leyes acá son: No salgas a menos que quieras suplementos, No salgas de noche. Todos los del pueblo tenemos que estar conscientes que al cumplir los 20 años, tenemos que contraer matrimonio, y empezar a procrear para que el pueblo no se quede sin gente.

- Espera, eso significa que hay muchos niños aquí.

Mi pesadilla estaba por comenzar...