39-La culpable

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James p.o.v

La ira recorre cada centímetro de mi cuerpo, aprieto mis puños para no golpear a alguna persona, mis nudillos están blancos de tanto apretar mis manos y no puedo evitar sentirme culpable por lo que pasó.

¿Cómo alguien puede ser así? Enserio no lo entiendo.

A veces trato de ponerme en el puesto de esa persona pero no puedo, no puedo comprender como puede haber tanta maldad en el mundo.

–¡La voy a matar!– exclamó Alli furiosa saliendo de los vestidores con nosotros.

–No eres la única que quiere hacer eso– informo Dani tronando sus nudillos.

–¿Por que tu primita tiene que ser tan detestable?– pregunta Sam refiriéndose a Sarah.

–No lo sé, pero ya estoy cansado de que siempre quiera pisotear a Em o alguna de ustedes, me cansé de que siempre haga sufrir a las personas y no pague por eso, ya estoy harto y ahora nadie me detendrá, me va a escuchar – dije con la mandíbula tensa dirigiéndome con paso decidido hacia donde se encuentra mi prima.

Jamás llegue a creer que Sarah fuera así de mala, ya he podido ver que no tiene límites, puedo notar ahora que he tenido una venda puesta toda mi vida creyendo que ella era una buena persona pero ahora veo que no.

Me dirijo al aula en donde se encuentra y toco la puerta, para ver si el profesor me deja entrar.

A través del vidrio puedo notar como el profesor me hace un ademán para que pase.

Al entrar Sarah me sonríe pero yo solo desvío mi mirada hacia algún punto del aula.

–¿Qué necesitas muchacho?– interroga el profesor haciendo un cálculo en la pizarra.

–¿Será posible que Sarah pueda salir un momento?– le pregunto.

–Diez minutos– contestó el profesor– Salga señorita.

Sarah se levanta de su puesto y viene en mi dirección, yo salgo y espero a que ella lo haga para cerrar la puerta.

–¿Qué sucede primito?.

–¡¿Acaso estás loca?!– pregunto exaltado ocasionando que ella de un pequeño salto hacia atrás– ¡¿Cómo diablos mandaste a un chico a que le lanzará un balón en la cabeza a mi novia?!, ¿Sabes que pudo haber salido herida?

–No tengo idea de que hablas James – contesta haciéndose la desentendida.

–Claro que sabes, Junior ya nos contó que sucedió.

–¡Mierda! sabía que no podía confiar en él– dijo por lo bajo aunque la llegué a escuchar– Te advertí de que si no la dejabas la iba a pagar muy caro tu nerd, tu no hiciste caso y pues ya ves los resultados.

–¿Tienes arena en el cerebro acaso? Tienes que dejar de meterte en mi vida amorosa, ya que a ti no te gustaría que lo hiciera en la tuya...ah cierto se me olvidaba que sería difícil ya que tienes un novio nuevo cada semana– espeto con rabia.

–¿Como te atreves a hablarme así?

–Atreviendome, ya me cansé de que siempre te metas en todo, si no me vas a ayudar ¡Dejame en paz!

–James te advierto de que haré de todo para separarlos.

–Pero la cosa es que ahora yo estoy aquí para ella y la protegeré cuantas veces sea necesario, y no me importara no volverte hablar en tu maldita vida, jamás pensé que caerías tan bajo Sarah.

–Yo jamás pensé que mi propio primo se haría novio de eso– exclama sin pelos en la lengua– ¡Ya despierta! No puedes estar con ella.

–¿Por qué? ¿Por qué tu lo dices? dejame aclararte algo primita, yo no soy uno de tus tontos que obedecen estúpidas ordenes de una persona inmadura.

Chicas al AtaqueDonde viven las historias. Descúbrelo ahora