Tienes suerte

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Diana vio que no había nadie en la casa, no se escuchaba ni un sólo ruido en toda la casa, solo el inmenso silencio que siempre invadía a Diana cada vez que llegaba a casa. 

Suspiró y fue a dejar sus cosas, las dejó en el sillón. Fue hasta la cocina por un poco de agua, estaba dispuesta a llamarle a alguien para saber dónde estaban.

-Hola- dijo alguien entrando a la cocina. 

Como Diana le daba la espalada se espanto y casi suelta un grito. Se volteo rápidamente para saber quién había entrado. Era Jos. 

-Jos, casi haces que me de un infarto- Jos sólo se empezó a reír.

-Lo siento- dijo reteniendo su risa. 

-¿Dónde están todos?

-Ah, por allá- señaló la puerta que daba a la sala de cine.

-Con razón no se escucha nada.

-No todo el día fue asi-dijo Jos con media sonrisa al recordar lo que había sucedido.

-Lo sé, el vecino se quejó de ustedes, ¿qué tanto hicieron?- preguntó intrigada.

Él sólo sonrió y negó con la cabeza.

-Realmente no quieres saber- dijo encogiendose de hombros.

Diana hizo una mueca, se imaginaba todo tipo de cosas que pudieron haber hecho y no sabía si reírse o llorar.

-¿Quieres comer? Estamos viendo la película de rápidos y furiosos 8 y la pizza acaba de llegar.

-Claro, muero de hambre, ¿pidieron algo de tomar?

-Si, unos refrescos. Sólo vine por vasos- dijo Jos acercándose a tomar unos vasos de vidrio.

-¡No! Esos no- dijo Diana casi gritándole en el oído-, ten mejor estos- sacó unos vasos de plástico y se los entregó.

-Okay- dijo Jos aún un poco asustado por la reacción de Diana.

Después de tomar los vasos, los dos se dirigieron a la sala de cine. Diana entró primero y en ese momento algo salió volando por los aires. Bryan lanzó una rebanada de pizza hacía la puerta y le cayó a Diana en la cara, ella se quedó en shock y la sangre le hervia del coraje, la pizza se fue resbalando poco a poco de la cara de Diana hasta que tocó el piso. Todo el mundo estaba en silencio.

-¡Bryan! Te voy a matar- dijo Diana muy enojada. Se quitó los zapatos y salió corriendo en busca de su blanco.

Bryan comenzó a correr por toda la habitación y detrás de él iba Diana, aunque su altura ayudaba, Diana era rápida por su condición física y le podía seguir el paso. Después de unas vueltas Diana se cansó y mejor decidió tomar un arma de juguete que estaba ahí y le comenzó a disparar a Bryan.

La escena era muy divertida para los espectadores, todos se reían de las súplicas de Bryan y sus disculpas no aceptadas por Diana. Lo gracioso que se veían peleando, eran puras risas.

-Me las vas a pagar, ahora me voy a comer- dijo Diana dejando a Bryan en el piso riendo.

Diana se sentó a un lado de Alonso y de Leila. Los dos aún seguían riendo a carcajadas, Leila tenía sus manos en su panza y Alonso se estaba limpiando una lágrima de la risa. Diana tomó una servilleta y se limpió la salsa de tomate de su cara y ropa. Luego tomó una rebanada de pizza.

Después de un rato Bryan ya estaba sentado junto a los demás, un poco alejado de Diana.

Comenzaron a comer todos, comenzaron a platicar y reír a carcajadas todos junto. Diana se olvidó de su calificación y todo lo que la había estado estresando durante la semana.

Las películas de acción eran las favoritas de Diana, sobre todo si tenían autos, siempre le facinaron.

Diana y Alonso tenían entrelazadas las manos, pero cada vez que Diana se emocionaba con la película soltaba su mano y las agitaba o las ponía en su cara o hacía alguna cosa con sus manos. Mientras tanto Alonso sólo la veía a ella, de vez en cuando a la pantalla, pero durante la película le gustaba ver todas sus expresiones y de vez en cuando se reía discretamente.

El final de la película era un poco emotivo a comparación de el resto, así que Diana sólo se relajó y dejó que Alonso la abrazaray ella se recosto en su pecho. La respiración de Alonso la relajaba, tanto que hasta se quedó dormida sin darse cuenta. La película terminó y Alonso no se dio cuenta de que Diana se había dormido.

-Bueno, creo que es hora de irnos- dijo Leila poniéndose de pie.

-Si, vamos a ver a Dylan y James- dijo Violetta imitando a Leila.

Los demás acepaton y se pusieron de pie.

-Vamos Diana- dijo Alonso.

Pero Diana no respondió, sólo seguía soñando.

-Creo que va a ser mejor que se queden ustedes dos, ha sido un día largo para ella- dijo Aria.

-Si, corrió mucho tiempo detrás de mi, no sabía que podía hacer eso- dijo Bryan y todos comenzaron a reír.

-Bueno, me quedaré con ella. Prefiero eso a que te mate, Bryan- dijo Alonso riendo bajo para no despertar a Diana.

-Muy gracioso, Alonso- dijo Bryan entrecerrando los ojos.

Alonso sólo hizo una mueca. Los demás se despidieron y fueron a ver a sus amigos mientras que Alonso se quedó acariciando el cabello de Diana y poco después se quedó dormido también.

Una nota para dos (Alonso Villalpando) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora