El diario de Kanon.

CAPÍTULO 3.

"¿TE CREES CAPAZ DE JUZGAR?
ENTONCES, LA MUERTE TU ÚNICA SALIDA SERÁ". - Fue el mensaje de aquel papel.

No entendía nada ¿Qué significaba ese mensaje?
Me quedé quieto por un momento, mis pensamientos se pusieron en blanco, al poco rato mi hermano se acercó y logró arrebatarme la nota de las manos para que lo leyera con sus propios ojos.

- ¿Quién fue el imbécil que mandó esto?– Su mano se hizo puño y a su paso arrugó la nota– ¿Por qué tienes esa cara de preocupación?– Preguntó viéndome– Seguro es una broma, tranquilízate.

- No estoy asustado– Le contesté tratando de ocultar el temor que sentía– Yo también pienso que es una broma. Jajaja– Fingí sonreír para que me creyera

- De todos modos, no le digas nada a papá– Su voz sonó seria podría jurar que parecía una orden– ¿Entendiste?–No le contesté solo me limité a mover la cabeza de arriba hacia abajo   

- Bien– Palmeó mi espalda– Iré a conversar con mamá. 

Él subió rápidamente las escaleras, de seguro mamá estaría igual o con más nervios que yo. 

Sentado en el sofá a los minutos pude ver que ambos bajaban, mamá tenía los ojos un poco hinchados, la punta de la nariz roja y se encontraba demasiado triste.

No tardé en darme cuenta que algo malo había pasado o estaba por pasar... Regulus tenía razón, mi familia no era lo que pensaba o mejor dicho no era para nada "Perfecta".

Todos nos sentamos y terminamos nuestra comida, justamente la que fue interrumpida por la llegada de ese hombre misterioso con el sobre.

Nadie dijo ni mencionó nada acerca de ese tema, cada vez que intentaba hacer una pregunta relacionado a eso, Saga por debajo de la mesa me pisaba el pie.

Mamá al parecer estaba en un mundo diferente, su cuerpo estaba con nosotros, pero solo ella sabe dónde en ese momento estaba su mente.

Así como terminamos de comer, la luna  llena salió y a su paso llegó la noche a nuestra casa. Como ya era costumbre para nosotros, los tres esperamos por las pocas horas que restaban del día a papá, pero él sorpresivamente jamás llegó ¿Dónde está cuando se le necesita?

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Los ruidos de maletas siendo tiradas al suelo para posteriormente abrirse, las cortinas siendo corridas por los rieles de las ventanas lograron despertarme.

- ¡Kanon!–Llamó mamá mientras abría mi ropero– ¿Qué estás esperando?– Parecía loca, podía afirmar con seguridad que la noche anterior no había dormido– Apúrate que no tenemos todo el santo día.

– S-Si– Dije y la ayudé a sacar mi ropa– Pero ¿Por qué nos estamos yendo?– No me importaba si estaba doblado o desordenado, sucio o limpio, aquí lo importante era que metiera prendas de vestir en la maleta

- Dentro de poco lo sabrás– Sacó el dinero de mi alcancía que estaba encima de la cómoda y lo metió a su bolso– Creo que esto es suficiente, no necesitas nada más, Saga ¡Vámonos!– Ordenó y mi hermano salió con dos maletas de su cuarto

No teníamos que pensar demasiado para saber que repentinamente nos teníamos que ir de nuestra casa ¿El por qué? No me tardaría mucho en saberlo... ¿A dónde iríamos? No tenía idea, pero ahí estaba yo sujetando mi única maleta con las pocas pertenencias que llevaba.

¿Me olvidaba de algo? ¿En ese momento estaba dejando algo o mejor dicho a alguien importante en casa? Si, mi amigo se estaba quedando, quería, en verdad quería llevar a Sorrento conmigo, pero claramente no podía.

"Estará bien, no le pasará nada" eso dijo mamá.

Me despedí de mi pequeño amigo, salimos de nuestra antigua casa y nos subimos al primer taxi que vimos con dirección al aeropuerto. Si nos íbamos de ese lugar tenía que ser a un sitio lejano ¿Cierto?

El viaje no fue tan espectacular como pensaba o como siempre había oído.
¿La atención? Simple ¿La comida y la bebida? Ahora apreciaba todos los intentos de comida que Saga a veces hacia.

Aunque pensándolo mejor esto quizá se debía a que aún estaba apenado por lo de Sorrento, en medio de mi preocupación le escribí a mi amigo de la infancia Aioria, le rogué prácticamente para que viera a Sorrento en mi ausencia y gracias a Dios él aceptó.

Bueno, tras la muerte de Nila (La perrita de Aioros) creyó que sería buena idea que ambos cuidaran de mi bebé. Por ese lado por lo menos estaba más tranquilo, ahora solo trataría de disfrutar el penoso viaje que hasta este momento tenía.

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- ...– La puerta se abrió y él estaba sentado tranquilamente en el sofá– Hasta que al fin llegaron– Pude reconocer su voz al instante

- Bien– Suspiró– Pasen niños– Mamá nos ayudó con las maletas y luego cerró la puerta–Contigo quería hablar.– Mencionó seriamente y se dirigió al sofá.

Definitivamente ambos tenían mucho de que hablar y en especial aclarar.

¿Misterios por fin revelados?

¿Malas actitudes?

¿Vidas secretas?

¿Asesinatos a sangre fría por no compartir un mismo pensamiento?

Si, hasta ahora había vivido en una burbuja, en mi mundo perfecto, lejos de problemas y preocupaciones. Tardé en darme cuenta de que ...

Mi vida era una mentira.

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¡Hola! La verdad nosé si aún hay personas que siguen leyendo esta historia o simplemente la han dejado en el olvido.

En realidad es entendible, ya que si no me equivoco no actualizaba hace más de dos meses por temas de estudios y que no sabía si la historia estaba yendo bien o era del desagrado de alguien.

No escribo a la perfección, tengo claro que aún me falta bastante, pero trato de que por lo menos tengan un buen momento al leer cada capítulo y que lo disfruten.

Si llegaste hasta aquí, muchas gracias por tomarte el tiempo de leer y de cierta forma darle una oportunidad a esta historia.

Espero que te haya gustado este capítulo y en todo caso siempre estoy aceptando cualquier sugerencia.

Adiós, cuídate muchísimo. 💕