Capítulo 4

830 81 17
                                    


Obviamente llegué tarde a la reunión culpando al clima y al retraso del transporte público. Pero la tardanza  valía nuestro momento en la escuela. Me fui prometiéndote llamarte luego y por respuesta obtuve un fugaz beso de despedida acompañado de tu luminosa sonrisa. 

Definitivamente me hacías sentir tantas cosas, como el hecho de que el sabor de tu boca me durara por el resto de la tarde, esa maravillosa sensación de ser dueño de tu corazón y que mis sentimientos también fueran correspondidos no tiene comparación.

Pasé toda la reunión yendo y viniendo de mi mundo interno, incluso sorprendí varias veces a la profesora Nico mirándome como preguntando "¿sigues con nosotros?" e inmediatamente volvía a tomar mi pose de seriedad y atención. Ella sonreía misteriosamente, como si supiera lo que pensaba, y eso me daba escalofríos.

 Al terminar la reunión me despedí de ella y leí en sus labios un "suerte". No pude evitar abrir los ojos con sorpresa, pero la profesora volvió a dedicarme otra de sus misteriosas sonrisas y yo, haciéndome el desentendido me fui a casa.

Al llegar, me dejé caer en mi cama y miré el techo, tal y como lo hago ahora, pero en ese momento no te tenía entre mis brazos dormido sobre mi cuerpo, escuchando tus latidos, impregnándome de tu olor...de ti. Desearía poder quedarme así para siempre, que la noche nunca acabara para que te quedaras conmigo.

Muchas veces hemos hablado sobre compartir nuestras vidas, pero tú aún eres un estudiante y te queda mucho por delante. Al menos hasta que te gradúes será cuando podremos dejar de ocultarnos de este modo, para alivio de los dos faltan pocas semanas para la graduación y estamos muy emocionados por ello, tú sobre todo, que no te cansas de brincar y decirme que no puedes esperar para que podamos vivir juntos. 

A mí también me encanta la idea, pero debo de recordarte que aún debemos de decirle a tu hermano sobre lo nuestro, después de todo, merece saber la verdad. Aunque tengo que admitir que eso me pone nervioso, especialmente porque me has dicho que no sabes cómo reaccionará y más porque acordamos decírselo mañana, que estará en casa.

Doy un gran suspiro y te vuelvo a besar diciéndote en un suspiro "te amo tanto..." entre otras cosas que suelo susurrarte al oído cuando estamos así. Miro hacia arriba y ahí está el techo, una vez más me adentro en mis pensamientos y recuerdo lo que pasó después.

Luego de lo ocurrido comenzamos a pasar juntos los fines de semana.

- ¿quieres ir a algún lado en especial?- solía preguntarte los viernes después de la clase de regularización.

Tú me tomabas la mano diciéndome:

- No importa a donde vayamos, lo importante es estar contigo.

Yo te sonreía, a pesar de que casi siempre íbamos a pasear a un parque en el centro de la ciudad, nos alejábamos de las vías principales para poder caminar de la mano sin que nadie nos mirara raro, aunque eso no era algo que realmente te importara mucho, pues seguido saltabas sobre mí quedándote abrazado a mi espalda, haciendo caso omiso a las miradas de repulsión de la gente que pasaba.

Esas tardes de invierno nos íbamos a mi casa después de invitarte a cenar... Sí, los fines de semana eran los únicos momentos que podíamos pasar como una pareja "normal". Claro, teníamos que ser muy discretos a la hora de salir, pues no podíamos arriesgarnos a que alguien conocido nos viera juntos. 

Es por eso que pasábamos mucho tiempo en mi casa, debo de admitir que a veces eso no me hacía demasiado bien, pues el solo saber que dormías en el cuarto de al lado me llenaba de un deseo incontenible que me llevaba a levantarme de mi cama e ir a tu cuarto donde dormías plácidamente, con el mismo semblante inocente que me cautivó hacía más de dos meses... me acerqué a tu rostro y planté en beso en tus labios, mi boca descendió por tu cuello hasta tu pecho, para entonces me ya me había posicionado sobre ti y de repente despertaste:

- e-eh... Zoro.... No...- dijiste completamente sonrojado cuando mis manos bajaron por tu cintura

Me detuve.

- Lo siento- dije pasando una mano por mi cabello- no debí hacerlo- y me senté en la cama

Te acercaste a mí y pusiste tu mano sobre mi hombro:

- Zoro... es que... ¿estás molesto?

- No, no haría nada que no quisieras- te abracé- será cuando estés listo

Definitivamente, no te obligaría a hacerlo, esperaría todo lo necesario...

- Bien- dije poniéndome de pie- será mejor que me vaya a dormir

- Espera- me detuviste- al menos... quédate conmigo esta noche- dijiste tímidamente

Yo me sonrojé y me tendí a tu lado, te abrazaste a mí y yo cerré los ojos correspondiéndote el abrazo. Cuando abrí los ojos tú me mirabas fijamente, era una mirada llena de dulzura y calidez, capaz de derretir incluso la nieve de afuera.

- Te amo Zoro- tu rostro quedó aún más cerca- te amo y quiero estar siempre contigo.

Estaba sorprendido, tus palabras llegaron hasta lo más profundo de mí ser, siendo hasta hoy las palabras más sinceras que he escuchado en mi vida.

- No te dejaré nunca, te quiero a mi lado porque también te amo, hace apenas un tiempo mi vida no era nada, pero al encontrarte encontré también un motivo para vivir y seguir adelante, ahora tengo la certeza de que continuaré y no me rendiré porque te tengo junto a mí...

Guardé silencio al ver tus lágrimas salir. De inmediato las sequé con mis manos y nos besamos apasionadamente, como no lo habíamos hecho antes, abriste un poco la boca permitiéndole el paso a mi lengua, exploré tu interior para quedarme con ese glorioso sabor. Nos separamos y finalmente nos quedamos dormidos, hechos un nudo sin saber dónde terminabas tú y dónde empezaba yo.

Todo parece como un sueño, algo que pasó como todas las cosas buenas, demasiado rápido, pero todos estos recuerdos son una pequeña parte de lo que hemos construido. Sé que aún nos queda mucho por recorrer y muchas cosas por venir, pero las afrontaremos como lo hemos hecho hasta ahora, y pelearemos hasta el final. Habrá valido la pena porque todo eso lo pasé a tu lado.

Estoy consciente de que debo de armarme de ese mismo valor mañana que le digamos a tu hermano sobre lo nuestro... No negaré que estoy nervioso y por ello te abrazo fuertemente como queriendo que me trasmitas el mismo valor que día a día me impulsa.

- Es solo algo más por lo que debemos pasar, amor...- te digo al oído- será posible si estás conmigo...

CONTINUARÁ

--------------------------------------------------

Ya sé que debería estar escribiendo el capítulo 7 de "Siempre para ti" pero este fic lo tengo desde hace años y necesita una desempolvada para ponerlo todo completo aquí.

Nos vemos pronto!

-MiyuKatz

Mi Historia contigo ZOLUDonde viven las historias. Descúbrelo ahora