Los Oscuros

Capitulo XI

Pasaron las horas Hendrick siguió comiendo, yo por mi parte me quede sentado pensando necesitaba despejar mi mente, respirar aire fresco, desconectarme un poco de todo esto, Salí de la funeraria, Hendrick me iba a seguir pero le pedí que se quedara, que me diera cinco minutos, yo volvería antes de que debiéramos partir al cementerio. Verifique si mi auto estaba cerrado y camine sin rumbo, solo acompañado con esa soledad que ya se convertido en algo común para mí, me he esforzado por seguir adelante pero parece que todo está en mi contra, me siento muy mal, me ha ido mal con mi familia, me he distanciado de mi mejor amiga, Jhojan está muy extraño últimamente, aunque he dormido me siento débil, he sufrido por amor y aunque quise intentarlo con Nicole paso algo que aun no me quiero creer, no sé qué hacer, soy débil ¡Carajo! Solo tengo veinte años, se supone que la vida debería ser menos complicada pero al parecer todo se pone de mal en peor. Llevo caminando un par de minutos y aun no puedo drenar tantas cosas, vi mi reflejo en los vidrios ahumados de un viejo wolsvagen color azul y no podía reconocerme, es como si mi esencia se haya perdido y solo quede un cuerpo lleno de complicaciones y problemas que no se cómo solucionare.
Camine alrededor de quince minutos hasta que mi teléfono sono ¡RING RING! Era Hendrick que me estaba llamando, conteste -¡Aló dime!- Respondió -¡Hey wey! muévete si quieres ir al entierro de lo que queda de Nicole ya están preparando todo para llevársela- le respondi que me esperara en el auto y me fui corriendo hacia la donde estaban ellos. Me monte en el auto Hendrick también se subió, estaba esperando a que saliera la carrosa fúnebre, pasaron alrededor de diez minutos y por fin apareció, yo arranque después que los padres de la difunta, íbamos en una fila de tres vehículos pues Jhojan se fue y no volvió. Hendrick de vez en cuando trataba de romper el denso silencio que había en el carro pero mi falta de expresividad limitaba mucho cualquier intento de comunicación. Treinta minutos después estábamos en la entrada del cementerio del pueblo, diez minutos después ya estábamos en el lugar donde iban a enterrar sus restos. El dia de soleado paso a nublado, empezó a hacer mucho frio, Hendrick se encontraba cerca pero a su vez muy apartado, solo se veía el  dolor por la muerte en los ojos de sus padres y en los mios, por un momento me acorde de su amiga y me preguntaba porque no estaba aquí, ese pensamiento fue interrumpido con la llegada de un viejo padre de la antigua iglesia Santa Rosa, no comparto mucho con el padre pero si lo conozco desde hace mucho, lo salude y el como de costumbre me devolvió el saludo con una bendición. Les dio el pésame a los padres de Nicole y comenzó a dar un sermón que decía más o menos así:
“Queridos hermanos hoy DIOS todo poderoso ha llamado a sus brazos al alma de nuestra hermana Nicole, debemos ser fuertes y darle gracias porque la tiene en un lugar mejor, debemos pedirle que la perdone por sus pecados y por haberse suicidado, fue un error pero ahora está en tu divina gloria. Dale fuerza a sus seres queridos y permite que todos sigamos caminando por el buen camino amen”.
Me pareció un poco hipócrita aquel discurso tan vacio ¿Cómo te podría doler la muerte de alguien a quien nunca has visto? La verdad es que siempre me ha parecido que la iglesia es la primera que rompe ciertas normas que DIOS a mandado, creo que existe algo que me cuida, pero no creo mucho en el que dice que fue elegido por ese ser divino para divulgar su potestad en la tierra. Sus padres se despidieron por última vez de su hija, lance una rosa roja en el hueco y comenzaron a echar tierra para cerrar el mismo. Una vez terminado ese doloroso proceso me despido de los padres de Nicole y me dirijo a donde esta Hendrick que se alejo apenas noto la presencia del padre, el igual que yo no cree en esos profetas, solo que yo soy demuestro menos mis sentimientos que el, si no le gusta algo simplemente se va. Cuando me vio me dijo: -¿Y ahora qué hacemos? Yo le respondí:- bueno ahora solo quiero estar solo-.