Capitulo II

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alí de mi casa a las cinco en punto encendí el auto y arranque rápidamente pero de manera precavida a la casa de mis padres, esta solo quedaba a treinta minutos de la mía, caminando serian alrededor de una hora u hora y media todo  depende del paso  que lleves. En fin llegue a mi casa a las cinco con treinta y un minutos, toque la puerta pero curiosamente nadie respondió aun tenía las llaves así que entre y comencé a llamarlos: ¡Mamá! ¡Papá! Una y otra vez grite por todo el lugar sin obtener respuesta alguna, fui a su cuarto y estaba vacío, el baño, la cocina, el comedor, en la casa no se encontraba nadie excepto yo (pensé) me pregunte ¿a dónde habrán ido?   De la nada escucho un ruido que proviene del viejo sótano, busque una linterna en una de las gavetas en la cocina y me dispuse a bajar a aquel lugar, al entrar le di al interruptor de luz para tratar de que estas se prenderlas  pero solo hizo un rápido destello y de rápidamente volvió la oscuridad. Seguí mi  recorrido lentamente con la linterna encendida, el ambiente era dominado por un repugnante olor a moho acompañado de el aroma ha guardado de diversos objetos, telarañas, grandes cantidades de polvo, cucarachas y alguno que otro ratón pasaban de improvisto perturbándome un poco.
Después de escasos segundos caminando casi a ciegas (puesto que la linterna se estaba quedando sin batería) me encontré con una extraña silueta la cual se encontraba  a un par de pasos delante de mí, podía escuchar unos extraños susurros que no lograba entender, me acerco lentamente precavido y atemorizado alumbro lentamente hasta llegar a su rostro acto seguido me doy cuenta que es mi madre, pero en su miraba había algo distinto, me vio de forma muy extraña y salió corriendo del sótano.
Fui corriendo detrás de ella, subió las escaleras y de repente entra en mi antigua habitación. Tenía tiempo que no entraba a ese lugar, me traía buenos recuerdos y otros muy malos, pues siempre en las noches sentía que me estaban vigilando, en medio de la madrugada sonaba un peluche que tenias que apretar para que hiciera ruido, se caían objetos o simplemente se movían de donde los había dejado. Cuando entre veo que mi madre está sentada en un rincón pero esta vez estaba en completo silencio con la mirada fija en el suelo, me acerco lentamente para preguntarle: ¿Por qué esa actitud? Pero antes de salir una palabra de mi boca levanta el rostro y observe una mirada perdida y una sonrisa inquietante. Escucho que alguien entra a la casa y al instante reconocí su voz... Era mi mamá voltee nuevamente al rincón de la habitación pero ya no había nadie, Salí lo más rápido que pude de ese lugar y fui hasta donde estaba mi mamá, la tome de la mano para asegurarme de que era ella y de que yo no estaba loco.
Me pregunto exaltada ¿Qué me sucedía? Me comento que fue a mi casa a buscarme pues no contestaba el teléfono y llevaba media hora esperándome y no aparecía, yo estaba muy agitado  por todo lo que estaba sucediendo me senté en uno de los muebles antiguos pero muy bien cuidados, madre me trajo un vaso de agua respire profundo y le conté lo que me había pasado hace escasos minutos. Se sorprendió y entro por unos segundos en crisis pero rápidamente retomo la compostura y me dijo: - tranquilo solo fue un producto de tu imaginación seguramente provocado por el trauma de las pesadillas de tu infancia y pues te alteraste al entrar a la habitación. Tranquilo (afirmo con calma) es solo tu mente, ahora vamos a la mesa a comer tu padre está atendiendo un caso y no podrá llegar temprano.
En la mesa estaban colocados un  par de platos, tazones, vasos, una jarra con limonada, unos trozos de pan. En los tazones se encontraba servido una sopa que a la cual se le veía botar el vapor y como plato seco estaba un pabellón criollo que se veía de lo más sabroso, nos sentamos y duramos varios minutos sin cruzar una palabra, después de terminar los platos principales mamá saco de la nevera una torta de helado la cual degustamos lentamente, cuando yo iba por la mitad le comente que no fue una ilusión todo fue real que necesitaba que ella me creyera, se quedo en silencio y trato de cambiar la conversación, yo respondí bruscamente diciendo: -¡Por favor no cambies el tema! Estoy muy alterado y necesito desahogarme, la comida solo me calmo la ansiedad, eres mi madre deberías ayudarme. Ella termino su ultimo bocado se levanto de la mesa, se acerco lentamente y me dijo al oído "solo fue tu imaginación" me dio unas palmadas en la espalda y me comento que ya era muy tarde que me fuera a casa. Me levante con brusquedad le pedi la bendición y me fui eufórico a mi hogar. Una vez ya dentro de mi casa fui a  mi habitación me quite la ropa, lave la cara y me acosté boca arriba solo pensando y preguntándome ¿Qué carajos esta pasando?. 

Los OscurosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora