Capitulo IX

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Termine de leer la carta y aun mi cerebro no podía asimilar todo, voltee el sobre y en mi palma cayó una especie de mini llave amarrada, ya tenía el diario y ahora la llave. Vino a mi mente el sueño que había tenido recientemente en donde ella me daba la misma llave que ahora tengo en mi mano. Las cosas se estaban tornando más oscuras, yo sabía en mi interior que el mismo ser que advirtió que esto apenas comenzaba, fue el que se encargo de llevar a Nicole al suicidio, no es fácil tolerar todo esto, pero creo que tendré que buscar la manera de superarlo y de resolver todo lo que está pasando, necesito hablar con Hendrick, mostrarle la carta y que me ayude a no perderme en este laberinto tan desagradable.
Fui a buscar mi teléfono pero no lo conseguía, me levante y me dirigí al viejo local de la casa, me sorprendí al escuchar que el mismo no tenia tono (no tenia señal), -¡Carajo! Estoy seguro de haber dejado el teléfono en el sillón- me dije  convencido de que así era, dure alrededor de diez minutos buscando mi celular pero solo fue tiempo desperdiciado, subí a mi habitación para ver un rato televisión para tratar de despejar la mente, pero apenas me recosté en mi cama se fue la luz. Me levante con mucha cautela, esperaba a que mis ojos se acostumbraran a la oscuridad, busque una linterna que tengo guardada en la parte superior de mi escaparate, la encendí y baje a sala a buscar velas para iluminar toda la casa pues ya había oscurecido, coloque dos velas en la sala, una en el baño, otra en la cocina, en mi cuarto y por ultimo en las escaleras. Seguí buscando mi teléfono en medio haciendo un esfuerzo pues la velas no me proporcionaban mucha visibilidad, aun no lo conseguía cuando de repente en la cocina puedo escuchar cómo me llegan barios mensajes al celular, voy apresurado a buscarlo y cuando lo cojo y reviso me percato que según mi reloj eran solo las 4:30 pm.
Debo admitir que me desconcerté un puco al percatarme de este hecho, Salí de la  cocina y mi sorpresa fue aún mayor cuando veo que llego la luz y afuera aun sigue brillando intensamente el sol, fui al baño a lavarme la cara pues no contaba con una explicación razonable a este suceso tan confuso, me mire fijamente en el espejo y aunque no veía a nadie más en mi baño sentía que algo estaba justo detrás de mí, sentí un frio penetrante y de un instante a otro el ambiente se volvió muy pesado, ya yo estaba asustado por todo lo que me estaba pasando y por la frustración que llevaba por dentro mas el luto por la muerte de Nicole grite aun observándome en el espejo: ¡¿Qué carajo quieres de mi? Estoy arto de todo esto, si hay algo que este en este lugar que se manifieste y que me haga frente y de una vez por todas me diga: ¿Qué coño quieres?!
La luz se encendió y apago y en el espejo apareció el mismo ser oscuro, se encontraba en la puerta del baño y poco a poco se iba acercando, voltee la mirada hacia la puerta pero no veía a nadie, así que mire nuevamente al espejo y el ser estaba justo en frente observándome, jamás olvidare el siniestro mal que había en sus densos ojos negros,  lentamente saco su mano del espejo y así continuo hasta que salió completamente, media alrededor de dos metros y olía azufre, por ser tan alto no cavia en toda la habitación así que se encontraba inclinado, me miro y dijo: -Niño estúpido, no aguantas ni un poco de presión, tus palabras te han condenado, todo esto sigue siendo la introducción a lo que está por venir, aun no sabes lo que es verdadero miedo, miedo a tal punto que te suicides así como lo hizo la tonta de Nicole aunque ella era más decidida que tu, pero muchos más ingenua deberías analizar bien sus últimas palabras escritas en la habitación. Responderé tu pregunta solo quiero verte sufrir tanto que desearas morir. Veamos cuanta fuerza de voluntad tienes y veamos cuanto valoras tu insignificante existencia y si eres capaz de luchar para defenderla.

Los OscurosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora