La desconfianza del inocente

CAPITULO XIV

Queridas lectoras les dejo este capitulo, no me odien
actualizare lo mas rapido que pueda :D... no olviden dejarme sus bellos comentarios que adoro leerlos

sin mas el capitulo

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Los días transcurrieron con normalidad en el cuerpo, los problemas típicos que se presentaban eran solucionados con rapidez, el cuerpo andaba en mejores condiciones ya que empezó a ejercitar con regularidad; en síntesis parecía que todo mejoraba.

Mientras tanto una pelirroja estaba mirando los alveolos, siempre que tenía tiempo se quedaba observándolos, le encanta la forma que tenían.

- Te veo mucho mejor que antes, me alegra mucho eso- dijo una castaña de larga cabellera

- Senpai- respondió con una sonrisa- si me siento mucho mejor, además el trabajo extra que hice por faltar tanto tiempo ese día me mantuvo con la mente ocupada

- Ya lo imagino, si vas a estar con tus pretendientes, trata que no perjudique con tu trabajo- dijo esto haciendo que se ruborice

- No tengo pretendientes senpai¡

- Si aja, digamos que te creo

- Senpai no tiene remedio- dijo esto resignada sabiendo que no ganaría esta pelea

- Tú tampoco, en fin que tal si vamos y hablamos en el camino- sugirió mientras ponía su caja en un carrito, siento imitada por la pelirroja

- Claro... oh, mira¡, es NT- dijo feliz mientras corría al lado de su kohai

Y así las tres hematíes salieron hablando de trivialidades, hasta que la morena toco el tema.

- Y senpai... ya decidió que hacer, me refiero a su amistad con el jefe de los linfocitos

- NT tiene razón, es obvio que él quiere algo contigo, dime que harás si se te declara o algo así- pregunto la castaña

- Pues lo pensé y... creo que podría intentarlo- respondió haciendo que sus compañeras se detengan por la impresión- Es simplemente que me di cuenta que linfocito es una célula impulsiva, no tiene miedo a las decisiones que toma, nunca se retracta y si piensa algo lo dice, es tan distinto al señor leucocito.

- Si lo pones así cambiar de aires podría ser bueno, quizá ambos descubran cosas que necesitan saber- dijo la castaña volviendo a caminar seguida de la morocha- pero en fin cualquier decisión que tomes, estaremos para ti pequeña AE- Y con una sonrisa la pelirroja siguió a caminando.

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Ya habían pasado unos 4 días desde que el rubio fue a entrenar a los jóvenes linfocitos, esa nueva función le sirvió de mucho, primero desahogo su furia en los entrenamientos para mala suerte de los jóvenes, en los momentos de descanso era un lugar lo suficientemente pacifico para pensar y no lo llamaban ya que estaba en un servicio especial, así que nadie interrumpía su meditación.

-"Creo que aunque odie admitirlo, ese trio de idiotas hizo bien en meterme a ese sótano, aunque me costó mucho liberarme, incluso termine golpeándome al intentarlo"- recordaba el rubio con una gota de sudor recorriendo su cabeza.

Después de pensar esto fue a la última formación para despedirse.

- Bien tropa, no soy uno de esos sentimentales que les desean un gran futuro en las venas, pero si les dejare un consejo, entrenen como nunca cada día, cultívense de manera intelectual y siempre tengan la frente en alto, son la seguridad futura de este cuerpo así que hagan bien su maldito trabajo o yo me encargare de mandarlos al bazo, ENTENDIDO¡¡