2.Fingir ser tú.

44 5 0
                                    

Dejé caer el espejo y me senté en la cama.
-¿Q-Qué está pasando? -le dije más que asustada.
-Ese rostro que viste frente a ti es mío, no, realmente el cuerpo entero lo es. 
-¿Qué?
-Yo tengo el tuyo.
-¿De qué hablas? -fruncí el ceño y toqué mi cabeza intentando recordar -ayer en la noche me fui a dormir después de un largo día en la universidad...¿y ahora me dices que cambiamos de cuerpo? ¡me estás jodiendo! Ni siquiera sé quién eres.
-Ya te dije -suspiró -me llamo Nora, como tú.
-Eso no me dice mucho.
-¡Bien! -gruñó -he estado siguiéndote por unos días y me di cuenta que tienes una vida bastante normal por eso te escogí.
-¿Eres una acosadora? ¿y escoger para qué?
-No soy una acosadora. Y te escogí para que intercambiemos de vida por un tiempo.
-¿Qué tanto estás diciendo?
-Digo que soy una persona que tiene el poder de cambiar cuerpos con otros.
-Eso no es posible.
-Bueno dile eso al rostro que acabas de ver en el espejo.

Mis manos empezaron a temblar.
-¿Y qué pretendes con este cambio de cuerpo y de vida?
Hubo silencio.
-Estoy cansada de mi vida Nora... Digamos que ya te darás cuenta de lo que hablo pero ahora solo te digo que necesito un descanso.
-¿Descanso de tu familia? -dije con una pizca de enfado.

Me gruñó más molesta que yo.
-Escúchame bien, yo quiero a Zack, quiero a Hope, a Phoebe y a Derian...-hubo un silencio -a Derian lo soporto porque es como un hermano para Zack. Y claro que quiero volver a verlos... pero no ahora.
No dije nada. No entendía como alguien podía expresarse así de su familia.
-Oye lo lamento pero no me importa si quieres reencontrarte a ti misma. Quiero mi cuerpo de vuelta -le exigí.
Se rió.
-Harás lo que digo o no te lo devolveré.
-Eres una...
-Haremos esto -siguió -dame un año. Un año para fingir ser tú y que tú finjas ser yo.
-¿Estás loca? Un año es demasiado tiempo, yo amo a mi familia y no podría alejarme de ella, además es obvio que todos a nuestro alrededor nos conocen y es seguro que se darían cuenta...
-No sé darán cuenta -insistió -y aunque lo hicieran no tienen manera de averiguar sobre el cambio...mis amigos no saben sobre mi don.
-Oye no estoy...
-Escúchame Nora. Por mucho que ames a tu familia estoy segura de que a veces sientes ese impulso de querer alejarte un poco, de experimentar otra realidad de no ser tú, de poder tomar otras decisiones que al final no van a afectarte a ti.
-Ya entendí -la corté.
-¿Entonces?
-Mi respuesta sigue siendo no.
-Entonces lamento que no estés de acuerdo pero no cambiaré de opinión.
-No puedes obligarme, si es preciso les confesaré todo a tus amigos.
-Sé que no se los dirás.
-¿Por qué tan segura?
-Porque si lo descubren, te matarán.

Y colgó la llamada.

Viajera ErranteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora