6.Ella es Marie.

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-Quiero disculparme con ella -mentí.
Derian se rió.
-Eso nadie te lo cree.
-Es verdad -repetí.
-Está bien -dijo Phoebe con una sonrisa -pero espero que no te grite con solo verte.
Asentí.
Y los tres caminamos dentro.

No pude ignorar, que al menos por dentro, el lugar era mucho mejor. El piso era de madera pero estaba muy conservado, había una pequeña sala de estar, una cocina y por lo que se veía muchas habitaciones en los pisos subsecuentes.
Sin embargo, una cosa me causó tristeza. Dentro había más niños, desde los tres años hasta los trece aproximadamente, pero todos tenían una expresión cansada y de infelicidad.

Seguí a Phoebe y a Derian que, subieron las escaleras y caminaron pasando unas cinco habitaciones. Al llegar a la sexta puerta de madera se detuvieron y Phoebe golpeó la puerta.
-¿Marie? -dijo ella -soy Phoebe, ¿puedo pasar?
Hubo silencio.
-Derian también está aquí -dijo y me observó -...también vino Nora.

-¡No quiero ver a la bruja! -dijo una pequeña y muy enojada voz.
En verdad que esa niña odiaba a Nora.

-Está bien cariño, Nora se irá -dijo Phoebe -pero ¿Derian y yo podemos entrar?
-¡No! -gritó enseguida.
Phoebe suspiró decepcionada.
-Esa niña es molesta -susurró Derian.
-¡Hey! -lo reprendió Phoebe -ella no tiene la culpa de ser así, después de todo a pasado por tanto con solo ocho años.

Yo sabía que los huérfanos pasaban por cosas terribles pero en ese momento me dio mucha curiosidad...quería averiguar más.

-Regresemos -dijo Phoebe.
-Yo... -tomé valor -seguiré insistiéndole.
Frunció el ceño.
-No entiendo que te pasa hoy pero... está bien -dijo la chica rizada.
Derian solo me observó con la misma curiosidad y después ambos se fueron.
Toqué la puerta.
-¡Dije que se fueran! -volvió a gritar.
-Lo sé -le respondí -pero...quiero hablar contigo.
-Yo no quiero verte porque eres mala.
Suspiré y tuve una idea.
-Y que tal esto, si me dejas entrar te contaré un secreto sobre mí y podrás decírcelo a todos si vuelvo a ser mala.
Nuevamente hubo silencio.
-¿Qué clase de secreto?
-Algo que ninguno de mis amigos sabe.

Esperé un par de segundos cuando escuché el click de la puerta y enseguida una niña de baja estatura, bastante delgada y cabello negro y muy largo, hasta la cintura, me observó con ceño fruncido.
-Pasa -dijo.
Me apresuré a entrar y observé el sitio. Un cuarto pequeño con solo una cama, un sillón y un cajón de madera.

La niña cerro la puerta y se sentó en la cama viéndome con expresión seria.
-¿Cómo estás? -le pregunté intentando sonreír.
-Igual que siempre -respondió sin emoción.
-Okey -me senté junto a ella pero de inmediato retrocedió.
¿Tanto me temía?
-Oye yo...lo lamento si la última vez que nos vimos dije algo malo.
-Fuiste grosera -abrazó sus pequeños brazos -mamá una vez me dijo que los niños no debían escuchar tantas malas palabras de un adulto.
Me avergoncé de lo que sea que dijo Nora.
-Perdón -repetí.
-Te dejé pasar, ahora dime tu secreto.
La observé. No tenía nada de malo ¿cierto? Además nadie le creería si lo contaba.
Y suspiré pesadamente.

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⏰ Última actualización: Apr 13, 2019 ⏰

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