Miel o miasma

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Hace unos meses, me di cuenta que la realidad es tan mórbida y aterrorizante como yo la quiera ver. La mayor parte del tiempo, conecto con el miedo que experimentaba a los 8 años. Quizás, ese es el miedo más puro y sincero; no lo sé.

El caso es que, cuando me di cuenta de toda esta realidad, a veces informe y grotesca, decidí reconstruirla, enfocándome en todo lo que me llena y me hace feliz.

Existen obras de arte que retratan la decadencia humana, de una manera sublime; como los cuadros de El Bosco. Ahora, hay infinidad de artistas que vuelcan su crítica en la expresión artística. En su indignación, radica su genialidad.

Esa trascendencia del sufrimiento a lo sublime, es para mí el punto máximo de la exaltación espiritual/humana. Transformar el miasma por miel.

Porque transitar primero por la miel y luego por el miasma, da la impresión de proceso autodestructivo, en el que hay pocos chances de regeneración. Estoy hablando de cuando la inocencia de un infante se va deteriorando por agentes externos, patologías heredadas y creencias que son intrusivas en una psique virgen, en la que bien se pudiesen sembrar magnolias.

Cuando me refiero al infante, lo hago porque todos estuvimos ahí y conocemos a cabalidad todos sus matices; sólo hace falta recordar. La capacidad de discernimiento, la desarrollamos un poco después. Pero este estado de libertad y exploración, habitó en nosotros durante nuestros primeros años de vida.

Quizás, es por esto que la idea de "sembrar el cambio en la juventud, traerá los frutos del mañana" está instaurada en el inconsciente colectivo. Pero quién realmente le da atención a este tema, en un mundo en el que abunda tanta inmundicia? Qué hago yo por sembrar algo hermoso en la mente de los seres jóvenes de mi localidad? O es un proceso por el que irremediablemente, tenemos que caminar?

Las mentes inocentes son el terreno fértil para sembrar, cualquier tipo de intención, pensamiento, creencia o emoción. Sin embargo, nada puede garantizarnos que todo el camino vaya a ser florido y hermoso; habrán cosas que se nos escapan de nuestro control. Probablemente, la opción es mantener la receptividad hacia lo desconocido, tomando en cuenta que, estar parados sobre el miasma es la motivación que nos obliga a retornar a la propia esencia o a la miel; retornar al Amor.

Todavía soy ignorante en muchos temas y es por eso que no sé decir, con precisión si después de experimentar el Amor, con mayúsculas haya posibilidad de retornar al incómodo estado del miasma. La ley de la impermanencia, atribuye el estado siempre cambiante de las cosas, así que siempre queda una posibilidad.

Siento que en ese punto, todo tiene que ver con la propia responsabilidad. Es como cuando se regresa a un lugar escondido, en el que se sabe que el terreno es irregular y rocoso. Que para llegar al otro lado, te espera una jornada de esfuerzo físico, sed, fatiga, pero si la recompensa es paz, lo más probable es que se regrese a ese lugar, sin titubeos.

La clave, es la motivación.

De verdad, soy escéptica en cuanto a "dar consejos" porque sé que cada uno va labrando, como puede y con lo que tiene, su propio destino. Si a alguien le sirve de algo mi punto de vista, genial. Tan sólo trato de explicarme acerca de la transitoriedad de los acontecimientos. Unos son significativos, otros no lo son tanto, pero aún así constituyen la realidad circundante que es el escenario de mi propia existencia.

Es por eso que estoy trabajando en procura de mi bienestar FME (físico, mental y espiritual) Volver a la miel, totalmente consciente que el disfrute depende únicamente de cómo responda a los estímulos externos y los dramas que son parte del teatro existencial.

Unexplainable miraclesWhere stories live. Discover now