NÚMERO EQUIVOCADO ಿ Yoonmin

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Jimin

Quería que el día acabara rápido, quería irme de este lugar, las horas eran eternas y Jungkook tenía rato en el baño, ¿le habrá caído algo mal?

Taehyung no había venido, estaba un poco enfermo así que prefiero quedarse en casa, está tarde iría a visitarlo y a llevarle los apuntes. Definitivamente mi día me estaba yendo mal, en el receso me fui detrás de un árbol en el patio trasero, Jungkook no pareció, así que si era yo y la naturaleza.

Las clases eran aburridas, y ¡Rayos! ¿Dónde mierda estaba Jungkook?
Pensé que sería mejor ir a buscarlo. Mientras la maestra iba a revisar los apuntes, aproveché y le pedí permiso amablemente para salir, me puse de pie y practicante salí corriendo en busca de mi novio.

Mientras iba por los pasillos me encontraba con algunos amigos y saludaba rápidamente, las chicas me miraban de pie a cabeza mientras suspiraban, sí, era uno de los chicos más populares del lugar, recibía muchos halagos e invitaciones a cosas indecentes diariamente, pero tenía novio y lo respetaba.

Cuando llegué al área de los baños empecé a caminar lento, un sonido extraño había hecho que me ponga alerta, ¿Acaso eso eran gemidos?.

Mientras más me acercaba, más era mi curiosidad de saber lo que en realidad pasaba.

Mi corazón empezó a latir tan fuerte cuando escuché ese nombre. Dijo Jungkook, ¿era el Jungkook que yo conocía?

No, él no podía hacerme eso.
Traté de abrir la puerta lo más despacio posible, sabía que después de esto no habría marcha atrás.

Al estar dentro no podía creer todo lo que estaba pasando.
Ambos mirándome con la cara totalmente pálida, arreglándose la ropa.

- Jimin, te lo puedo explicar.
- No, no lo hagas. Esto fue suficiente para comprender todo. - sonreí ante tal hecho y salí dejando a ambas personas sin darme explicación, no la había, no quería escuchar lo que tenía que decir.

•••

Salí de la universidad y me dirigí a mi casa, quería estar solo, Jungkook jamás sintió atracción sexual por mí.

Al llegar a casa lo primero que hice fue llamar a Taehyung, le conté todo lo que había pasado y él dijo que vendría, debería ser yo quién esté ahora en su casa, pero no, había insistido tanto que ahora estaba llegando a casa por mí.

Lo bueno era que mañana es sábado y así no tenía que preocuparme. No me dolía que todo terminara de esa manera con Jungkook, pero si no sentía nada debía decirlo y así yo no hubiese perdido tiempo con él.

El timbre de mi casa sonó, rodé los ojos, sabía que era mi mejor amigo, le había dado una copia de las llaves de mi apartamento, pero seguro las olvidó, como siempre lo hace.

Me dirigí hasta la puerta y abrí, dejándolo pasar y abrazarme.

- Chim, me estaba congelando.

- Tae, siempre dejas tus llaves, te di esas copias para que puedas usarlas y entrar sin problemas, sin que dañes el timbre de la casa por tanto tocar. - sonríe.

- Lo bueno es que acabas de sonreír, sí estuvieras serio ahora mismo estaría pensando en sí quedarme o no.- sonrió tratando de agarrar mis cachetes entre sus manos.

- Vamos, tenemos que hablar de la miserable vida que me toca.

Tan corto, como mi estatura. Ahre.