No hace falta tener cuchillo en mano, no hace falta brincar de la silla con soga en cuello…
Es que me suicido cada vez que pienso en ti, cada vez que dejo que entres en mi ser y hagas lo que te de la gana. Me empecé a matar el día en que sentí tu piel en silencio, sabiendo que era imposible, sabiendo que eras siniestro.
No debí aferrarme a la esperanza de verdades mentirosas, verdades para el corazón, mentiras para el conocimiento. A veces me pongo a pensar que el subconsciente quiere estar solo, que la mente quiere estar sufriendo con vacíos buscados, con decisiones estúpidas y amores desubicados. Decidí matarme las veces que me equivoqué en nombre del amor, en tu nombre y no hace falta desgarrar la piel si me desgarro el alma.
Son nuestras decisiones, son nuestras cegueras, son nuestras necesidades sentimentales las que nos absorben, las que nos flagelan. Pero hoy, como ayer, supe que me equivoqué y mañana, lo más probable, me equivocaré de nuevo. ¿Acaso, de eso no es de lo que trata la vida? ¿...de equivocarse y volver a empezar de nuevo? al parecer me vuelto adicta a ello. Llevo tantos suicidios que muchas veces me pregunto si aún sigo existiendo…
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Cartas con tinta roja
PoesíaCuando un corazón se desahoga, la tinta se vuelve roja... Este proyecto trata de exponer cartas con toques de poesía en sus líneas. Es algo nuevo para mi, espero sea de su agrado y me ayuden a seguir creciendo. Nota aclaratoria: Estas cartas tienen...
