Capítulo 2

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- Y bien, ¿Qué quería Erik? – se encontraba mi madre parada justo en frente de las escaleras con los brazos cruzados y una mirada pícara junto a una sonrisa malévola.

- Solo quería hablar conmigo un rato, eso era todo, iré a dormir, tengo sueño y mañana tengo colé

- Que descanses pequeña, y te digo algo, cuando tu ibas ya yo había venido 4 y 5 veces

- ¡Mamá!

- Yo también te adoro pequeña

Necesitaba una sola señal, que bajara del cielo y me dijera si tenía que aceptar la invitación de Erik.

Escuchaba un ruido odioso retumbar en mis oídos, una corriente de emociones me hizo abrir los ojos y darme cuenta de que era el maldito despertador, ya eran las 6:30 de la mañana y tenía que volver al colé.

Me di una ducha, me vestí casual: unos jeans, una camisa y unos vans del mismo color de la camisa, me dejé el cabello suelto, el cual tenía un poco de ondas debido a que había dormido con una trenza. Bajé las escaleras y en la sala se encontraba mi madre luchando con Emily para poder peinarla y el pequeño Esteban dormido en el sofá, mientras tanto Ian se encontraba corriendo en busca de sus llaves, sí, siempre las pierde, pierde todo, no pierde la cabeza porque la tiene pegada a su cuerpo.

-  ¿Qué buscas? ¿las llaves de tu auto?

- ¿Qué comes que adivinas hermanita?

- ¿no son estas? – estaban en sus propias narices, estaban tiradas en la mesa del comedor, junto a los papeles que mi madre se encontraba llenando en la noche.

- ¡Gracias gruñona!

En fin, luego de todo esto, mi hermano decidió por fin irnos, nos montamos en el auto y nos fuimos directo al colé. Al llegar, la primera cara conocida fue la de Erik, se encontraba sentado en los bancos que estaban frente al colé junto a sus amigos y compañeros de soccer. Nos acercamos a ellos, los saludé a todos, en especial a Erik.

- Vaya Ian, tu hermanita ya está hecha toda una mujer – dijo Caleb, uno de los chicos, todos se rieron excepto Erik, al parecer no le había gustado el comentario.

- Esta igual que tu prima Lorena – la famosa Lorena, había escuchado tantas historias sobre ella, que me sorprendí al escuchar a Erik mencionar su nombre.

- Si, la misma a la que te tiraste en la fiesta de Paola, eres todo un loquillo – al escuchar a Caleb decir eso, mi corazón se quebró en mil pedazos, esa fiesta de Paola había sido hacen 2 semanas atrás, significaba que había tenido sexo con Lorena en la primera semana de estar saliendo conmigo, me di la vuelta y comencé a caminar para alejarme de ellos.

- ¿Qué hiciste cabrón? – lo escuché decir a lo lejos y rápidamente lo escuché caminando detrás de mí – Vanessa, princesa, déjame explicarte

- No tienes nada que explicarme, y ya tienes tu respuesta a tu invitación, no quiero ir contigo a la casa de playa, ¿acaso quieres que sea otra más en tu lista?

- No digas eso Vane...

- Es la verdad, ¿esas eran tus intenciones Cruz?

- No, mis intenciones no eran esas Vanessa

- No me tienes que dar explicaciones, tú eres solamente el mejor amigo de mi hermano, fue un error darte la oportunidad de conocerme más allá.... – seguí caminando a paso acelerado, no quería verle.

Iba caminando por los pasillos del colé y tropecé con alguien.

- Lo siento... no te vi – subí la mirada y no podía creer lo que estaba viendo -- ¿DEREK?!!!! – era Derek, mi mejor amigo, había vuelto de Colombia, no lo pensé ni dos veces cuando ya me encontraba encima de Derek abrazándolo y dándole muchos besos en la mejilla y dándole puños a su vez.

Una Noche de CopasWhere stories live. Discover now