Cuídame

Dos.

Kendrick

Soy un bastardo egoísta.

Lo sé.

Verónica es mi perdición. Mentiría si dijera que mi corazón no palpita rápido ni mi polla se pone dura con tan solo verla. Maldición, con tan solo oírla está brincando en mis pantalones queriendo un poco de su atención.

¿Y las mariposas? Yo no siento unas estúpidas mariposas en mi estómago; Siento toda una puta estampida de elefantes desde que la ví por primera vez hace dos años.

Asumí ser el jefe de la constructora cuando mi padre se jubiló; ahora está en un crucero por el caribe con mi madre. A veces siento envidia de lo felices que son el uno con el otro, fueron buenos padres y me criaron bien.

Mi asistente personal se encarga de toda la mierda complicada del papeleo que no soporto por lo que cuando necesitamos un nuevo empleado en recursos humanos y él ofreció a su amiga no dudé de su concepto y la contraté: la mejor puta decisión de mi vida.

Verónica Flores entró a mi despacho meneando inconsciente su delicioso culo al caminar enfundada en sus vestidos, que amoldan su bella figura de reloj de arena, y tacones que me espanta que pueda caerse y lastimarse. No me malinterpretes; amo sus jodidos tacones, he tenido pensamientos de ella sin nada mas puesto que esos tacones.

He esperado suficiente tiempo para hacer las cosas bien y mantenerme alejado de ella. Soy tan sólo unos cinco años mayor que ella, no soy viejo ¿el problema? grande y ancho mientras que mi pastelito es pequeña e inocente. Tengo miedo de no controlarme y asustarla cuando le haga el amor.

Pero aquí estoy.

La mandé a llamar a mi oficina sin tener una razón clara, solo quiero verla, estas últimas semanas la he visto menos que nunca, siempre huyendo de mi. Encerrándose en su oficina y saliendo sin ser vista.

Algo escondía y tengo la respuesta en mis brazos y acunado en su pecho.

Sé que no son sus bebés, a menos que hubiera mentido en su currículum y Vero es la chica mas dulce y peor mentirosa que conozco. No me molestaría que fueran de ella; seré uns figura paterna para ellos si ella lo quiere. Demonios, Golpearía a cualquier idiota que intente alejarla de mi.
Por eso eché a Esteban de la oficina, yo puedo ayudarla con los niños.

- Tita - dijo el pequeño revolviéndose en mis brazos.

- Ekram - le habló y aun con la bebé en brazos como pudo lo tomó de igual manera de mis brazos. En algún momento sus suaves manos rozaron mi piel y una corriente electrizante me recorrió el cuerpo y mi amigo entre mis piernas se puso alerta. Ella sintió lo mismo porque ahogó un gemido mordiendo su labio inferior y se concentró en acomodar a los bebés en el sofá de mi oficina.

- Ekram suelta el cabello de Violeta - dijo pero no hizo caso en cambio su hermana lloró mas fuerte.

Caminé y me planté detrás de Verónica. El pequeño al verme de nuevo soltó a Violeta y ambos me miraron en silencio con sus ojos oscuros.

Verónica giró y chocó contra mi sin dejar un espacio entre nosotros. Intentó alejarse pero la tomé de la cintura sosteniéndonos. Su mirada subió todo el camino hacia mi rostro sabiendo cuanto la deseo por mi dureza en su vientre, nuestros ojos se encontraron y si no hubieran estado los niños presentes aquí mismo la tomaría en mi oficina. Solo seria inclinarla sobre el escritorio correr sus bragas a un lado, disfrutar de su calor y probablemente engendrar a un pequeño Bruce Flores. Pero no. Quiero que sea especial y todo eso hasta con pétalos de rosa en la cama si ella lo desea así.

Por el rabillo del ojo ví como Violeta bajó del sofá y caminando con pasos tambaleantes llegó hasta nosotros tirando de la bota de mi pantalón.

- Aba tita - dijo a Verónica.

- ¿Agua?- tradujo del idioma bebé y la niña asintió.

- Ya voy mi amor - la calma aun con nuestras miradas conectadas.

Desearía que también me llamara así.

La solté suavemente y ella parpadeó unas cuantas veces para salir de la ensoñación.

Tomó su bolso que estaba en una de las sillas frente al escritorio y sacó una botella de agua y servilletas. Sentó a la niña en sus piernas y de a poco fue bebiendo. Su mirada esquivando la mía ignorando mi presencia con sus mejillas hermosamente sonrojadas. La escena es simplemente dulce.

- De esto precisamente quería hablar - digo y da un brinquito al oírme. - Desde hace días señorita Flores he recibido algunas quejas sobre su puesto. - miento, nadie me dio quejas de ella, es una de las personas mas eficientes que hayan trabajado aquí.

Verónica abrió desmesuradamente sus bellos ojos.

- Lo lamento Señor Bruc- la interrumpo.

- Dime Kendrick - ella suspira apretando mas a los niños en sus piernas.

- ...Kendrick - saborea mi nombre en sus labios y es tan satisfactorio oírlo. Me pregunto como sonará cuando hagamos el amor. - Son mis sobrinos y ahora que mi hermana ya no está en licencia de maternidad y mi abuela, que era la que los cuidaba, está enferma; yo los cuido en cuanto puedo-

- Sé la situación de tu abuela Verónica - ella se sorprende por decirle su nombre y saber sobre la enfermedad - me gusta saber que sucede en la vida de la gente que trabaja para mi y ayudarlos -

- Lo sé señor Bru... Kendrick - me regala una pequeña sonrisa. - Entonces ¿ellos pueden quedarse? No son muy traviesos si yo estoy presente y le juro que no volveré a bajar mi rendimiento -

Por Dios, ella podría pedirme cualquier cosa con esa sonrisa y yo lo haría.

- Claro Verónica - una sonrisa se extiende por mi cara, hace tanto que no sonrío sinceramente.

Miro la hora en mi Rolex y sé que ya es hora de irnos. Los niños sobando sus ojos con sus manos bostezan llamando la atención de su tía. No sabia que se le podía tener tanta envidia a un bebé.

- La acerco hasta su casa - digo y no es una pregunta.

- Oh no, que vergüenza con usted. - juega con el cabello de los bebés casi dormidos.

Sin querer escuchar sus excusas me cierno sobre ella y cuando nuestras narices se rozan y ella jadea yo tomo a los bebés en mis brazos.

- Es una orden Señorita Flores -

Ella se ruboriza y yo deseo saber en que pensó su cabeza con esa frase.

Créditos de la imagen a su respectivo creador.

Perdón la falsa alarma, wattpad pone estúpidamente el botón de publicar junto al de guardar.

Apoya la historia con una estrellita ⭐

Nos leemos luego