Cinco.

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Verónica.

- Muéstrame lo que es mio - dijo Kendrick subiendo sus fuertes manos por mis muslos, sabiendo muy bien el camino.

Mi piel se erizó. Yo solo me perdí en las sensaciones de sus manos sobre mi piel desnuda, su voz suave y demandante, mis pezones duros en picos, mi corazón desbocado, ese agradable apretón de calidez en mi vientre, mi coño empapado. Estoy mas que lista para él.

- Es una orden Señorita Flores - hago caso a su petición.

Levanto mi vestido justo a mi cintura, enseñándole lo que sólo él puede ver. Solo traigo unas bragas. Mis mejillas se tornan de color carmín.

- Eres preciosa - ahueca mi centro con su mano, solo sosteniendo allí sin acariciar. Empujo contra él queriendo fricción para aliviarme. - Shh espera, eres codiciosa - su sonrisa se ensancha.

Gimo frustrada.

- Quiero probarte - no me está preguntando y amo que no lo haga.

- Por favor - es lo único que logro decir en un susurro que apenas se escucha.

Kendrick engancha sus dedos a los costados y desliza las bragas de su camino.

En cuanto se deshace de la prenda un gruñido escapa de él y va directo a mi coño.

- Eso es mi amor, ábrete para mi -

Extiendo mis piernas lo mas que puedo para darle total acceso. Su su ojos están desbordados de pasión y deseo. Yo igual me entrego al placer.

Su boca desciende, succiona mi clítoris haciéndome gemir.

Arqueo mi espalda al sentir su lengua jugar conmigo. Probándome como si fuera el manjar mas delicioso de la tierra.

Sus manos van hacia mi cadera y me sostiene en un agarre posesivo.

Lamidas largas y perezosas sobre mis labios. Mis jadeos y gemidos son lo único que se escucha en la habitación.

- Más ¡Ah! -

Me mantengo abierta para que me devore y es lo que hace.

- ¡sí! ¡sí! ¡sí!- aprieto las sábanas.

- eso es mi amor, solo para mi - dice con voz gutural.

El orgasmo se dispara a través de mi cuerpo, araño las sábanas, mi espalda se arquea. Grito su nombre, mi ojos ruedan y mi cabeza cae hacia atrás.

Bebe hasta la ultima gota de mí y yo me derrito extasiada y agotada con el corazón a mil. Como si hubiera corrido por kilómetros.

Sube por mi cuerpo repartiendo besos,saca mi vestido. Me enjaula con su poderoso cuerpo y toma mi boca. Me pruebo a mi misma en el beso, se siente tan erótico que me tiene deseando mas de él.

Santo cielo, y hace unos segundos estaba que me desmayaba.

Separa nuestras bocas unos centimetros y murmura

- Te am...-

PIIIIIII PIIIIIII PIIIIIII

Abro mis ojos y me siento en la cama.

Otra vez soñando con él. Siento como el calor y la verguenza se acumulan de color rojo en mis cara.

Callo la alarma destructora de sueños y me deslizo hasta mi baño. Cepillo mis dientes y recojo mi cabello en un desordenado moño en la cima de mi cabeza.

Bajo a la cocina encontrando a los niños sentados en sus sillitas mientras embarran su cara con la miel de los waffles.

- ¡Tita! - gritan ambos emocionados.

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