Darkland | Yoonmin - Jimgi

04 - Confusión y desilusión

Era de noche y Jimin ya se encontraba durmiendo sobre el sofá, ya que se negó rotundamente a compartir cama con el demonio peli azul. Mientras, Yoongi seguía despierto, estaba libremente en su forma demonio y abrió la nevera para sacar carne fresca y cruda. Abrió su boca y exponiendo sus grandes colmillos, le dio un gran mordisco a la carroña, saboreó sus labios y comenzó a caminar con el trozo en su mano, por el pasillo, sigilosamente.

Sus ojos brillaban en la densa oscuridad, la cual sólo tenía la luz tenue de la luna llena. Ladeó su cabeza y se sentó a un lado de Jimin, mirándolo fijamente.

— Tal vez...mis intuiciones son correctas. Pero aún me queda por averiguar, ¿Qué dices, me ayudas en encontrarte? — sonrió ladino y dejó la carne a un lado, para estirar sus alas. — Te dejaré un rato, ya vuelvo —. Dijo mirando con el rabillo del ojo al pelirrojo.

Y sin más, batió sus alas, yendo hasta la ventana y saliendo por ella. El viento mecía sus hebras y hacía que entrecerrara sus ojos. Hacía frío, mucho frío, el ambiente era oscuro y había neblina. Las nubes se veían grises y el cielo era negro. Sin embargo era muy común, con el tiempo un demonio se acostumbraba al paisaje y al ambiente. Allí en invierno era muy gélido, no obstante Yoongi no vivía allí por algo entonces no se acostumbraba aún. Yoongi no se quedaba en el mundo donde debía porque sabía que Seong Jin no estaba ahí, y ya hacía tiempo se había cansado de buscarlo sobre las nubes y en el ardiente infierno.

Yoongi aterrizó luego de un rato afuera de una pequeña mansión y tocó el timbre, dejando su forma demonio. Poco después un chico delgado y alto de cabello castaño con hombros anchos salió de la mansión y le abrió la reja a Yoongi. Ambos entraron a la mansión y Seokjin le ofreció un café a Yoongi, lo cual aceptó. Seokjin le trajo la taza de café y se sentó en uno de los sillones, sorbió un poco de café y miró de reojo al demonio contrario.

— Dime, ¿Por qué estás aquí? — comenzó el demonio mayor. Yoongi soltó un suspiro y lo miró fijamente, y luego al piso.

— Hay un huésped en mi casa... —empezó a decir— él es un humano, y...tiene un parecido a mi chico, tú sabes. —Miró a Seokjin y éste de inmediato asintió— bueno, no sólo físicamente. Es como él. Y me tiene consumido, tengo una teoría pero no quiero equivocarme. Entonces quiero que me ayudes, tú eres más observador y cauteloso que yo, dime por dónde puedo ver.

— Creo que deberías tomarte más tiempo. Sé que estás ya loco por no encontrarlo y esto te deja ansioso, pero con calma —esbozó una sonrisa al finalizar.

Jun Jeong soltó una oscura y sombría risa que sonó por toda la mansión, el demonio mayor lo observó con una ceja alzada. No comprendía.

— ¿Crees que estoy desesperado por tenerlo, Kim? — cuestionó el peli azul sonriendo mientras ladeaba su cabeza y se cruzaba de brazos.

— Pues...te está consumiendo, dices.

— Claro, pero no digo que quisiera tomarlo. Sólo quiero saber, no tirármelo, yo no soy así, Seokjin.

Ambos mantuvieron silencio, uno crudo y gélido. Seokjin miraba a la nada zapateando el suelo mientras que el peli azul solamente miraba hacia adentro de su taza, acabándose el café. Dejó la taza sobre la pequeña mesita en el centro, captando la atención de Seokjin.

— ¿Mhh?, ¿Qué pasa? —preguntó con voz distorsionada el peli azul, levantándose del sillón— bien, supongo que no me dirás nada más, así que fue un gusto hablar contigo. Y adiós.

Y sin más el peli azul se encaminó hacia la puerta cerrándola con fuerza, dejando a Seokjin completamente solo. Aunque no le impresionaba. Yoongi se dirigió hacia la reja y sacó sus alas pasándola por alto, comenzó a volar muy lejos de la casa del peli castaño hacia el hotel, donde entró por la ventana cuidadosamente, esparciendo unas cuántas plumas por la habitación. Aterrizó y vio una silueta entre la oscuridad, forzó su vista entrecerrando sus ojos para poder ver bien.