Mi plan de vida

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21 años

— Ahh, no lo sé. — suspiró Jin con frustración delante de la Encuesta de Trayectoria.

Había pasado un tiempo desde que nos dieron esas encuestas y Jin aún no había rellenado la suya. Incluso ya había excedido el tiempo de entrega pero no fue suficiente tiempo para él.

— ¿Aún no te puedes decidir?. — pregunté mientras encendía un cigarrillo.

— Todos ya están entusiasmados por aplicar...

— Incluso yo iré a hacer mis prácticas la próxima semana.

— Nooo, no me dejes~.— dijo haciendo un puchero exagerado.— Quiero excavar un tesoro perdido en una isla ¡Si hubiera una compañía como esa ya hubiera aplicado!

— ¿Aún estás contando con eso?—apagué mi cigarrillo en el cenicero— cualquiera que sea la compañía a la que ingreses no hay garantía de que seas asignado al departamento que deseas.

Regresé la vista a su hoja y luego a él. Tenía una mirada espectante pero despreocupada.

— La paga, las condiciones de trabajo, el futuro de la compañía y de la industria.— continué, enumerando con mis dedos.— Si te puedes acostumbrar a su estilo corporativo, las conexiones de tus profesores... Creo que deberías considerar todo eso.

— Tan serio... eres diferente del que me enamoré.—dijo en un tono exageradamente dramático.

— ¡¿Ehhh?!—Fingí decepción siguiendo su juego.

— Tú empezaste a fumar recientemente, dicho eso, realmente te has convertido en un hombre viejo.—Suspiró.

— Lo siento, lo siento. Mi error.— fui a abrazarlo por detrás— pero ya que estaremos juntos estoy muy seguro de que será divertido.

— Eso no es lo que quería. — dijo ruborizandose un poco.

Empecé a besarlo mientras mi mano se colaba por dentro de su camisa para jugar von sus pezones.

— E-Espera... Si hacemos esto...— pero no le dejé terminar, volví a besarlo.

Hubiésemos llegado hasta el final si no fuera por el estruendoso sonido proveniente de la puerta que hizo que nos separemos inmediatamente.

— ¿Nam Joon?—dijo mi mamá desde la puerta principal.— ¿Tenemos visita?

— Ho-Hola señora Kim— saludó Jin asomándose desde la puerta de mi cuarto.— perdón por las molestias.

— ¡Oh! Jin, cariño. Siéntete como en tu casa.

(*****)

Estábamos en el centro comercial, paseando por las diferentes tiendas. Había acompañado a Jin a escoger un traje para su entrevista de trabajo. Nos decidimos por una tienda bastante prometedora y buscamos algún traje del agrado de Jin.

— ¿Acaso no son los trajes de los reclutas todos iguales?—se quejó Jin.

— Sí, pero el tamaño es importante. No compres uno sin probártelo primero.

Jin tomó el traje y fue a probarse el traje. Yo lo esperaba afuera de los probadores por si necesitaba algo y me entretuve hablando con unos trabajadores del lugar.

— ¿Este está bien?— dijo saliendo por esa cortina e inmediatamente devolví mi atención a él.

Wow. Es precioso. Amo su lado tierno pero usando ese traje se ve como un adecuado hombre adulto. Es hipnotizante.

— ¿Nam Joon? —su llamado me devolvió a la realidad— ¿Te gusta? Creo que este está bien ¿Qué opinas?

— Re-Realmente bien— dije intentando cubrir mi sonrojo con una mano.

— G-Gracias.

Durante el camino de regreso, caminábamos por aquellas líneas blancas de la acera como de costumbre. A pesar de haber crecido no podíamos dejar ese hábito. Yo se lo agradecía a Jin ya que él es quien me hace sentir más joven de lo que soy, más vivo.

— Bueno—dijo Jin, rompiendo el silencio.— ahora que compre este traje tendré que tomarme en serio la búsqueda de trabajo.

— Así es, tienes que dar lo mejor de ti.

— De alguna forma, —continuó, caminando detrás de mi— realmente no hay nada que quiera hacer o alguna cosa en la que sea bueno. Mi curso fue algo que decidí durante un capricho.

No sabía que decirle y me quedé en silencio.

— Nam, todos los demás y tú tienen metas más apropiadas en las que están trabajando también. Yo soy el único que anda buscando a tientas. Es como si me estuviese quedando detrás de los demás. Así que , si por casualidad entro... me pregunto si estará bien.

— En cuanto a mí, quiero volverme un adulto trabajador. —confesé.

— Nuestras formas de pensar son muy distintas...—dijo algo avergonzado de sí mismo.

— Porque entonces podremos vivir juntos. —continué— con eso nadie se puede meter entre nosotros. Todos los días solo tú y yo, Jin. Esa es mi meta. —Vi su rostro sorprendido y sentí algo de rubor en mis mejillas, enseguida agregué — Cada quien tiene sus propias razones para trabajar duro. Disculpa por pensar como un simplón.

Vi su transformación de sorpresa a orgullo y luego a una sonora risa. Se acercó a mí con intenciones de abrazarme, colocando su mejilla en mi espalda debido a la diferencia de alturas.

— No tengo nada que decir ante eso.

— ¿N-No quieres?

— Me pregunto si yo debería hacerme cargo de ti...

— Esa es mi línea.— dije, no pudiendo evitar sonreír.

Vida: Nosotros sobre la línea [Namjin]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora