-¿Acercárme? ¿No crees que estaríamos demasiado cerca? -desviando la mirada y soltándo una risa bastante extraña, vaya que notaba que estaba ebria- Es mejor que te alejes -colocándo una mano sobre su pecho-
Lo miré por un momento, sus ojos grandes y castaños me hipnotizaban, quería alejarme pero no podía. Mi estado tampoco me lo permitía en primer lugar.
-¿Quiéres ayudarme? -dijo susurrando en mi oído-
Una extraña sensación me invadió el cuerpo, lo miré extraña y este me sonrió.
-Lárgo de aqui. -dijo alejándose un poco de mi pero aún viendome a los ojos-
-Bien. -dije enfadada- No sé ni por qué pensaba en ayudarte -desviando la mirada-
Di media vuelta y caminé hasta el pasillo, Marco me tomó del brazo haciendo que lo mirara otra vez, me tomó del mentón y me acercó a su rostro, podía sentir su respiración en la comisura de mis labios. Sabía que estaba haciendo algo malo pero no quería salir de esa habitación ni de ese momento, pero mi mente me decía otra cosa, yo debía salir de ahí. Mi corazón latía a mil por segundo, me sentía nerviosa.
-¿Qué haces? -pregunté seria intentando simular el nerviosismo-
Este se acercó más a mi, noté que su intención esta vez iba más allá y lo alejé. Marco me miró avergonzado, había notado que ya sabía sus intenciones. Es increíble que haya querido robarme un beso cuando él ya tenía novia.
-Lo siento -alejándose-
-No soy ese tipo de chica, podré estar ebria pero no olvido que amo a alguien más... - dije sin mirarlo-
-Entonces... ¿Es verdad que estás con Oskar? -preguntó con la voz ronca-
-Comenzamos hace una semama. -dije nerviosa-
-Lo lamento, buenas noches -dijo entrando a su habitación y cerrando la puerta-
Y no hablamos más que eso.
Esa noche sus padres no estaban en casa, si lo hubieran estado, notarían que su hijo estaba drogándose en su habitación.
A la mañana siguiente me resfregué los ojos y me senté en la cama, recordé ese casi beso entre Marco y yo. ¿De verdad había tenido esas intenciones o lo malinterpreté? Entré al baño y me preparé para salir, ese día, Diaz tampoco fué a la escuela... y mi dolor de cabeza continuaba, incluso hasta la tarde-noche del día.
Esa tarde al ver a Oskar no fué lo mismo, tenía esa sensación de que ya no sentía exactamente lo mismo por él, sus ojos ya no causaban aquello que alguna vez causó y me apenaba mencionarselo... tal vez era algo del momento y ya. Lo abrazaba para evitar su mirada y trataba de evitarlo en los pasillos. Lo quería pero... simplemente no quería hacerle daño.
-Has estado comportandote muy extraña -dijo Oskar quien me tomaba de la mano camino a casa-
-Si... -desviando la mirada- Lo siento. Hoy estuve muy distraída, pero no te preocupes que mañana estaré mejor-
-Si algo te preocupa, sabes que puedes decirmelo. -Dijo mirándome a los ojos-
-riendo nerviosa- Lo sé Oskar. -
-Riendo tierno- Vamos a casa Starship. Recuerda que tengo un compromiso esta tarde, pero te acompañaré mañana-
-No te preocupes Oskar, yo entiendo -cabizbaja-
Seguimos caminando hasta que llegamos a casa, yo entré y me fui rapido hasta mi habitación. Los padres de Marco aún no habían llegado pero se notaba que él sí, por el volumen de la musica que tenía puesta en su habitación.
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Solo una aldeana más [STARCO]
Fanfiction-Yo... no soy una Butterfly, no como ustedes. Toda mi vida está hecha aqui, no renunciaré a mi familia ni a mis amigos por una vida de lujos - -No es una opción Star, ya aceptaste gobernar, ahora debes asumir tus responsabilidades - -Me engañaron...