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Esa misma noche estaba en la bañera, sintiéndome asquerosa y sucia por la culpa de Namjoon. Restregaba una y otra vez mi cuerpo con una esponja tratando de eliminar cualquier rastro de sangre, saliva y fluidos de ese hombre.

¿Por qué me humillaba? ¿Por qué me tocaba de esa manera? ¿Por qué me acosaba? Y lo más importante, ¿por qué me agradaba lo que había hecho conmigo?

Si, me sentía sucia pero satisfecha. ¿Qué ocurría conmigo? Nunca había sentido sensaciones de este tipo. Mi vida sexual no era activa y nunca había fantaseado con algo tan sádico.

La puerta blanca se abrió dándome un buen susto, deje caer la esponja al agua y él entró sin importarle mi privacidad. Camino la corta distancia y se arrodilló a un lado de la tina. Sonrió dejando ver sus hoyuelos y metió su mano al agua para sacar la esponja. La incomodidad era presente para mí, tomó el bote de jabón líquido  que se encontraba detrás de mío, lo abrió y puso una cantidad generosa

— Quiero pedirte perdón por mi actitud. — dijo para empezar a tallar mi espalda. — Tengo problemas muy grandes y daño a las personas que quiero sin darme cuenta.

Mi respiración se agitó, quería salir de ese lugar pero una necesidad de quedarme a su lado se hizo grande en mi.

— ¿Me amas? — hablé por primera vez.

No contesto, abrió la llave del agua y comenzó a limpiar los restos de jabón de mi cuerpo. — Tenemos que descansar.— dijo una vez que mi cuerpo se encontraba limpio, se acercó y beso mi hombro desnudo.
Retrocedió un poco para observar mi cuerpo sin ropa, mis mejillas y rostro sintieron calor. Tomó la toalla que se encontraba colgada, me envolvió en ella y me cargó para salir del baño.
No le importó que mi cuerpo desprendiera gotas de agua y que estás formarán pequeños charquitos de agua en el suelo.

Me llevo a la cama dejándome suavemente en el colchón, se subió encima de mi y besó mis labios cariñosamente.

— Te amo.— dijo separándose un poco de mi para juntar nuestras frentes provocando un ambiente pesado dónde nuestras respiraciones se mezclaban y se volvían calientes.

— Te amo.— respondí sin dudar y sin saber cuánto podrían afectarme estás palabras en el futuro.


— Despierta, cariño

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— Despierta, cariño. — dijeron a mi lado con una voz ronca y una caricia en mi rostro, abrió los ojos lentamente para ver a un Namjoon feliz.

— ¿Qué ocurre?— pregunté tallando mis ojos y levantándome para sentarme en la cama.

Irás a la empresa conmigo, serás mi secretaria apartir de hoy.—

— ¿Enserio puedo trabajar contigo?— pregunté incrédula y con un brillo en los ojos. Namjoon se sentó de rodillas enfrente de mi.
Mi duda no había sido de su agrado, él golpeó mi mejilla fuertemente provocando un dolor inmediato, levanté mi rostro lentamente pero Namjoon me volvió a pegar, con una sonrisa, giré mi rostro para verlo y sonreí. Me había gustado esto, me había gustado que me pegará.

— Nunca dudes de mi, linda. Se lo que te gusta y lo que no.—

(...)


Casados por negocios. [Kim Namjoon] ® EDITANDO. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora