Capítulo 2

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Veo mi cama y me lanzo a ella sin pensarlo dos veces, tomo mi almohada y me tapo la cabeza con ella, ¿cómo es posible que mi papá ni siquiera me lo haya comentado?

-¡Hey!, Amy, ¿se puede?.- Pregnta Phillip del otro lado de la puerta.

-Supongo.- Le digo desganada.

Entró a mi cuarto y se sentó en la silla del escritorio.

-¿Te lo habían dicho?

-¿El qué?.- Preguntó sin entender.

-Que se iban a casar, tonto.- Le digo rodando los ojos.

-¡Hey! no me insultes, es de mala educación.- Rió.

-No le veo lo gracioso.- Le respondí parandome y desarmado el moño improvisado que llevaba en el cabello para la cena.

-No, no me lo habían dicho.- Dice poniendose de pie y sentándose en mi cama.

-¿No crees que es una decisión muy apurada?, conocí a Samantha hoy y ¿se van a casar?, esto no tiene sentido.- Lo miro pidiéndole una explicación.

-Se conocen hace unos tres años y llevan saliendo nueve meses ¿no lo sabías?

-¿Qué?, ¿porque no me dijo nada?, está bien, yo le pedí que no me diera detalles, pero si era algo serio debió decírmelo.

-¿Quién?

-¡Mi papá!, dios, sí que eres idiota.- Le digo lanzandole mi chaqueta.

-Oh, vamos, seguro pensó que no lo querías saber antes o quizá no tubo tiempo.- Sonrío.

Bonita sonrisa, bonito pelo oscuro, bonitos ojos cafés, es lindo...

-A lo mejor.- tomé ropa del armario y me levanté hacia el baño.- Voy a cambiarme.- Apunté con el dedo la puerta del baño de mi habitación.

-Okey.

Es guapo y va ser mi hermanastro, que problematico.

Terminé de cambiarme de y salí, ahí estaba él, acostado en mi cama como sí hubiera vivido toda la vida en esta casa.

-Quítate de ahí, es mi dormitorio, no el tuyo.-

-Y no quisiera que lo fuera, gracias, está un poco... desordenado.- Se burló, resoplé y lo empuje para que cayera al piso.

-Apenas te conozco, vete con tú mamá y déjame, tengo mucho que pensar y mañana es lunes, tengo que ir al instituto, hay un examen de física.- Me cubrí la cara con las manos.- Me va pésimo en matemáticas.- Confesé desanimada.

-Te ayudo, sí quieres.- Dijo amable mientras se paraba del suelo, lo miré de reojo.

-No, gracias, matemáticas, física, todo lo que tenga números para mi es un caso perdido, ya no tiene solución.- Levanté mi pulgar y sonreí como en un comercial.

-Está bien, yo me voy, sí ves a mi mamá por favor dile que voy a estar en casa de un amigo.

-¿No le puedes decir tu mismo?

-Si, si puedo, pero como no quiero hacerlo y no lo voy a hacer, te lo estoy pidiendo a ti, gracias...- agitó su mano en señal de despedida, abrió la puerta, salió y la cerro.

-Será hijo de puta.

Tomé mi agenda, revisé y sólo había anotada la prueba de física para mañana, tomé mi teléfono y llamé a Nicolás... Un tono... Dos tonos... Tres tonos... Cuatro tonos...

-Hola Amy...

-¡Que ánimos!, amigo, ¡estás de fiesta!- Dije sarcástica.

-Tengo malas noticias, por lo menos para mi.- Dijo tan desanimado que me preocupé por él.

-¿Qué pasó?.

-Jonh tiene un problema al riñón, no sé muy bien de que se trata, justamente estaba conversando de eso con mi mamá.-Dijo a punto del llanto.

-Lo siento mucho, te dejo para que puedas seguir conversando.- Respondo.- Hasta luego, cuidate y cuidalo mucho.

-Igual.- Colgó.

Es una tragedia, yo que pensaba llamarlo para decirle la terrible noticia de que mi papá se va a casar y él me viene con un notición mucho peor, su hermanito pequeño al que tanto ama tiene un problema al riñón, espero realmente, que no sea nada grave, él no lo soportaría, daría la vida por su hermano, lo tengo claro.


Suena el despertador, alias mi teléfono, lo tomo y veo la pantalla, es Lunes, son las 7:00 a.m., me levanto a regañadientes, busco una polera, la chaqueta, unos jeans, calcetas, mis converse, la ropa interior y entro al baño, me ducho, me seco, me visto, me pongo rimel, brillo labial y ya está, son las 7:35 a.m., bajo a tomar el desayuno que mi papá siempre me tiene preparado, una leche y cereales.

-Supongo que no pensabas decírmelo antes.- Digo.

-Pensé que...-

-Llevan nueve meses juntos papá, por lo menos te hubieras dignado a decirme que era algo serio. Entro a tu dormitorio el día después de mi cumpleaños y veo que en tu cama estas con una barbie a la cual no conozco y dos horas más tarde me dices que se van a casar-. Lo interrumpo a punto de estallar en ira.- ¡No Tiene Ni Pies Ni Cabeza!... Sólo piemsalo, ¡Eso no pasa, no es normal!- Golpeo la mesa y salgo de la cocina.

Tomo mi bolso el cual siempre dejo en el sillón y me dirijo a la puerta principal, salgo y me pongo a caminar para llegar al instituto...

-¿Supiste?.- Le pregunto a Lily en el salón de clases.

-No, cuéntame.- Me dice con los ojos abiertos de par en par, era un poco chismosa y entrometida, pero no al punto de exasperar.

-Jonh tiene un problema al riñón, Nico no sabe sí es grave aún.- Abre la boca y se la tapa con las manos.

-¡No lo puedo creer!, sí algo le pasa a ese pequeño, Nicolás se va a morir.

-Y me lo dices a mi, cuando me lo contó, estuvo a punto de ponerse a llorar por teléfono.

-Esto no puede ser peor.- Me dice mirando la ventana que da al pasillo, perdiendose en ella.

-Sí que puede.- Le digo mirando en la misma dirección que ella, se gira rápidamente y me mira, la miro de reojo y le digo.- Mi papá se casa...

-¿¡Qué!?

-Así reaccioné yo.

-Es broma, ¿verdad?

-Lamentablemente no.

Amor Al CuadradoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora