Capítulo 4

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-Será que estoy aquí porque tú padre y mi madre se quedaron en mi casa y yo no quiero escuchar gritos ni gemidos mientras duermo o intento hacerlo-. sonrió y pasó al salón

-oh, que bien, ¿y por eso te tienes que venir para acá a las cuatro de la mañana?, ¿no pudiste venir antes o irte a la casa de algún amigo?-. le pregunto incrédula

-sí pude venir antes pero esque los gritos se empezaron a escuchar hace menos de una hora y como tú papá es el culpable, decidí que sería justo venir aquí-. dijo mientras se sentaba en el sillón frente al televisor y lo prendía

-no creo que encuentres muchas cosas interesantes a esta hora en esa cosa-. le sugiero refiriéndome a la TV

-podría apostar a que sí-. empezó a cambiar canales hasta que llegó a una película erótica y se detuvo- ¿lo ves?, no fue tan difícil-. se giro por el respaldo del sillón para mirarme- ¿te molesta?-

-no, claro que no, ¿cómo me va a molestar que un hijo de puta toque el timbre a las cuatro de la mañana se instale en mi sillón y se ponga a ver porno en la televisión?-. le respondo cruzandome de brazos

-bueno, sí no te molesta entonces me quedaré aquí, gracias-.volvió a mirar la pantalla

-uuhg-. grité y subí a mi alcoba e intenté dormir...  pero no pude...

Traté de poner atención a ver sí escuchaba algo y sí, se escuchaban los gemidos de la película, ¿se supone que dijo que había venido para acá porque no quería escuchar ruidos extraños mientras trataba de dormir o entendí mal?.

Bajé, tome el control y pulsé el botón de apagar, inmediatamente Phillip me miró.

-hey!, ¿que haces?-.

-se supone que habías llegado aquí porque no querías escuchar a tú mamá, y ahora te pones a ver eso, eres un hipócrita-. le digo tomándolo de su sudadera y arrastrandolo a la puerta principal, la abro, lo arrastro fuera y le cierro en la cara

-¡dejame entrar!, ¡no es justo!, porfavor, juro que me comporto bien-. en el momento que escuche eso estallé en carcajadas, tan sólo escucharlo me hacia imaginar su cara de niño pequeño y me dió lastima, abrí y estaba de rodillas mirandome con un gesto de perro regañado, intenté no reirme, y lo hice pasar

-vamos, sube y duerme en la pieza de mi papá-. asintió y subió junto conmigo

-no tengo ropa de dormir-. susurró, rode los ojos

-no te voy a solucionar todos los problemas que tengas "hermanito"-. sonrió tan dulcemente que me dieron ganas de acariciarlo como a un cachorro

-está bien, yo me la arreglo-. dijo, me dio en beso en la mejilla y entró en el cuarto de papá, reí como boba y entré al mio

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Como de costumbre, sonó mi telefono anunciando la hora de levantarse, hice lo mismo de todas las mañanas, cuando bajé a desayunar, recordé que mi papá no estaba, así que busqué en el refrigerador la leche y cereales en la alacena comí vi la hora 7:40 a.m., en cinco minutos tengo que irme.

-Buenos días, ¿cómo dormiste?-. pegué un salto del susto y me giré rapidamente

-casi muero de un susto, habia olvidado que pasaste la noche aquí-.

-creeme que lo noté-. rió

-¿no tienes que ir al instituto?-. le pregunté

-claro que si-.

-¿y que esperas para arreglarte?-. le digo obvia

-entro a las nueve-.

-Dios, que suerte la tuya... bueno ya me tengo que ir-. me acerco y me despido con un beso

-chao, que te vaya bien-.

-gracias...-.

-Phillip se quedó a dormir ayer-. le digo a Lily mientras caminamos hacia los casilleros

-no me dijiste que te gustaba alguien y tú no eres de las de un rapidito y chao-.

-¿qué?-. le pregunté sin entender

-¿qué?-. me remeda haciendome pasar por idiota

-Phillip es mi hermanastro...-.

-si y yo tengo ojos en la espalda-. me dice sarcastica

-¡Es En Serio!, ¿te acuerdas que te dije que mi papá se casaba?-.

-¿¡La tipeja tiene un hijo!?-.

-pues si-. digo mientras abro mi casillero y saco mi libro de Lengua

-¡no me lo creo!, ¿que edad tiene?-.

-quince-.

-wow, ¿y está bueno?-.

-no se... un poco-. le digo, ella se da vuelta y sonrie como estupida, yo me giro en la dirección en que observa

-¡si que es Samuel!-. me mira

-¿qué?-.

-te gusta, lo sé-.

-tal vez...-.

Entramos a la sala junto a William, nuestro profesor de lengua, debo decir que es mi profesor favorito, enseña muy bien, es simpatico, joven, guapo y me va bien en su materia.

-Buenos días-.

-Buenos días profesor-. muchas chicas babean por él, como no si tiene el pelo casi rubio y ojos negros como el carbón y brillamntes como un diamante

-cuanto apostamos a que más de una chica se le declara cuando nos graduemos-. le digo a Lily

-diez dolares a que va con una rubia plastica de novia a nuestra graduación-. me reta

-hecho-.

-hecho-. reimos

Nuestro querido Will siguió dando su clase, mientras yo tomaba apuntes y Lily hacia dibujos de un parque, al terminar la clase fuimos las dos junto con Nico y Kurt a la cafeteria por algo de comer, los chicos se fueron a cambiar para la clase de gimnasia y nosotras también.

-¿crees que pueda trotar treita minutos sin parar?-.

-conociendote... ni en un burro Amy-.

-amo tu apoyo moral, eres lo maximo Liliana-. le digo mientras me coloco mi pantalon de deporte

-sabes que odio que me digas así, Amanda-.

-si y tú sabes que odio que me digas Amanda-.

-Lo sé-.

Amor Al CuadradoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora