El sol ingresó por la ventana principal de la estancia bañando por completo con sus rayos los cuerpos desnudos y dormidos que reposan en el amplió lecho, el agotamiento les había dejado en estado de reposo poco después de las 4 de la madrugada.
La luz de la mañana mostraban con mayor claridad la recamara en su totalidad y los vestigios que quedaron de la noche anterior, la ropa regada por el suelo, las sábanas enredadas en el lecho que cubren la desnudez de los cuerpos, aroma a sexo y a champagne, una seductora infusión que daba señales de los sucesos pasados.
El perfume de Deidara era la fragancia más resaltante entre todas.
Ya era día claro, y sonaba la alarma de un teléfono celular que rompía la calma y quietud de la mañana. El incesante sonido era molesto y sacaba de quicio a un adormilado muchacho de rubia melena quien hasta ese instante se hallaba sumido en un plácido descanso.
Los ojos de Deidara Namikaze empiezan a abrirse lentamente, aún somnoliento, sus largas y rubias pestañas se mueven de arriba a abajo intentando no volver a rendirse ante el cansancio, por alguna extraña razón sentía el cuerpo más pesado de lo usual más no le dió importancia, luchaba por despertarse completamente, se rindió al sentir la cálida sensación de las mantas y la calma total cuando el teléfono celular dejo de hacer ese fastidioso ruido.
"maldita alarma, que fastidio, hum" arruga la nariz con molestia "Solo un rato más, no quiero ir al estudio de Konan ni ver a ese par de idiotas"
Su corazón aún estaba sumido en la confusión y los recuerdos hirientes de aquellos años, sin duda debía de admitir que verlos en la gala de la pasada noche le causo sorpresa en sobre manera, pero no podía permitir que le sorprendieran con la guardia baja de nuevo, lo más sensato en aquella situación será intentar evitarlo lo más que pueda, pero conociendo el profesionalismo de su directora, estaba casi seguro que sería una tarea imposible.
"Una verdadera molestia sin duda, hum" Pensó.
La molesta alarma del Teléfono celular volvió a sonar luego de una pequeña pausa y Deidara ya irritado por el fuerte y tortuoso sonido estira la mano hacia el buro intentando dar alcance a ese molesto aparato para lanzarlo por la ventana. Para su sorpresa siente un extraño peso sobre su cuerpo que le dificulta moverse libremente.
"Pero qué demonios" piensa abriendo los adormitados ojos y notando unos brazos encima de su pecho.
-¡No puede ser -Grita incorporándose frenéticamente al ser más consiente de la situación y haciendo a un lado de forma brusca aquellos brazos que no eran de otro más que de Itachi Uchiha.
El pianista abre los ojos por el reciente escándalo haciendo un gesto agriado por la forma tan brisa
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Tristeza de Verano ☆《ItaSasoDei》☆ #AlianzaAwards
FanfictionDeidara Namikaze odia los veranos. Y es en esta estacion en donde los recuerdos dolorosos de sus decepciones amorosas lo atormentan. Ahora con 23 años y conocido como un bailarin clasico prodigioso parece tener la vida perfecta, no obstante pocos sa...