Sobrevivir

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Pov' Abie

Desperté con un fuerte dolor de cabeza. ¿Donde estaba? ¿Que había pasado? A mi mente empezó a llegar recuerdos, haciendo que mi dolor aumentara. Decidí abrir los ojos ya que los había mantenido cerrados todo este tiempo. Me topé con la vista de una de las celdas. Miré mi pierna, se encontraba vendada.

¿Cuanto tiempo llevo inconsciente?

Me levanté con prisa, tenía que averiguar que había pasado. Pero al apoyar la pierna un quejido salió de mi garganta.

Joder

Al alzar la mirada me encontré con Hershel quien con paso acelerado se acercaba hacia a mí.

-Abie no debes levantarte- dijo a modo de regaño.

-Estoy bien- dije ocultando en mi voz que me acababa de hacer polvo al realizar esa acción -¿Cuanto llevo inconsciente?

-Menos de una hora, habías perdido mucha sangre- dijo ayudándome a sentarme de nuevo en la cama.- ¿como estas?- preguntó cauteloso.

-Bien, casi no me duele- mentí.

-No me refería a eso

-Ya te han ido con el chisme- dije con una sonrisa sarcástica- dejarme en paz- demandé poniéndome en pie, para salir de la celda con cierta dificultad y con ira, no sin antes coger mis armas y colocarmelas sobre la camiseta de Glenn. Necesitaba matar caminantes después ya me cambiaba.

Son más cotillas que las viejas de los pueblos.

Me diriguí a la sala común, pero antes de llegar me paré en una de las celdas, en ella se encontraba Glenn sentado en una de las camas con la cabeza gacha y la mirada perdida, metido en sus pensamientos. Ahora estaba enfadada por lo que decidí que lo mejor era no acercarme así que continué con mi camino.

Al llegar a la sala común me encontré con un grupo de desconocidos sentados en una mesa y a Carl en una esquina vigilándolos.

-¿Quien coño sois vosotros?-pregunté en tono fuerte.

-Son nuevos, mi padre decidirá si se quedan o no- dijo Carl acercandose con pequeños pasos hacia donde yo me encontraba.

-No se para que pregunto si me importa una mierda- dije brusca acercandome a Carl.

¿Por que anda tan lento? Parece una tortuga.

Una vez en frente de él noté como se ponía nervioso. ¿Que le pasa? Diriguí mi mano a su cinturón y agarré las llaves de la cárcel, para acto seguido alejarme. Abrí la puerta a la parte invadida de la cárcel, la volví a cerrar con llave y se la tire a Carl, quien seguía aún estático.

-Hey niña no vayas ahí, es peligroso- dijo un hombre de color bastante musculoso.

-No soy una niña- dije para inmediatamente andentrarme en la oscuridad.

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Ya había pasado cerca de dos horas desde que había entrado en esta parte. Al principio me encontré un montón de caminantes, lo maté con facilidad. Ahora me encontraba en el gimnasio, lo había encontrado por casualidad y me había parecido buena idea. Paré un segundo, ya llevaba más de media hora golpeando el mismo saco, tenía mis puños lastimados pero no iba a parar ahora, a si que seguí con lo mio, mistras imágenes de lo ocurrido inundaba mi cabeza provocando que golpeara con furia el saco.

 Paré un segundo, ya llevaba más de media hora golpeando el mismo saco, tenía mis puños lastimados pero no iba a parar ahora, a si que seguí con lo mio, mistras imágenes de lo ocurrido inundaba mi cabeza provocando que golpeara con furia el saco

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