•Capítulo 8•

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P. O. V. NATHANIEL

Había regresado a mi tranquilo París, estaba feliz por que tenía un buen trabajo, bueno hogar y le daba excelente educación a Ángel, y por supuesto que su nombre dice algo pues el es un gran motivo en mi vida para continuar.

— Mami que bonito es París —

— Aquí vivíamos cuando tu eras un pequeño, en esta ciudad conocí a ti padre —

— A veces lo extraño mami —

— Yo también pequeño, pero aún no nos busca y si no lo hace para finales de este año estaré seguro que no volverá —

Caminaba por las hermosas calles de la mano de mi pequeño, hasta llegar a nuestra mansión, a lo que llamó nuestra pequeña casa.

Inmediatamente Ángel se fue a su cuarto de juegos y yo comencé a trabajar en nuevo proyecto que presentaré mañana en la empresa a nuestro nuevo jefe y espero que le agrade para así poder conservar mi trabajo.

[...]

Momento de presentar mi trabajo al nuevo jefe, me encontraba nervioso e incluso las manos comenzaban a sudarme de los terribles nervios que tenía pues no quería ser despedidos ya que este es de lo pocos trabajos que me permiten poner en primer lugar a mi pequeño, o de los que me dejan grandes trabajos para meses desde casa.

— Nathaniel Adelante —

— Gracias Sofía —

Enseguida mis nervios desaparecieron al mirar al nuevo jefe, no era nadie más que el Gran Adrien Agreste frente a mi con una enorme sonrisa.

— Bien, ¿Que propones? —

Directo al trabajo, lo suponía no podía esperar más de este hombre aunque en el Fondo solo quería que me abrazara y al oído me susurre que todo estará bien con nosotros.

— Pues mi proyecto consiste —

— Primero soy tu jefe ¿no? —

— Así es Señor —

— Excelente, siéntate en mis piernas y háblame de ese maravilloso proyecto que tienes en mente —

Enseguida seguí órdenes, comencé a hablarle del proyecto al cual no le prestaba la mínima atención y solo miraba mi cabello además de jugar con el.

— Solo por ser tu idea se que es maravillosa, así que esta aprobada —

Me acercó lentamente, sentía su respiración en mi cuello y enseguida su calidad voz susurrando a mi oído.

— Te extrañe —

Un escalofrío recorrió mi cuerpo, me levante deje mi proyecto en el escritorio para salir corriendo de la esa Oficina y sin mirar atrás me en cerré en mi Oficina de artes, dejando que las lágrimas salieran imparable mente.

— ¡Angel! —

Corrí hacia la guardería de la Oficina donde se encuentra mi pequeño, siempre está ahí cuando vengo a hacer trabajos acá.

— Daniel, ¿Angel, donde está? —

— Tranquilo, esta ahí acaba de comer su manzanita —

— Gracias —

— Estabas preocupado por el, ¿cierto?. Nath el aún no está al tanto de quienes o hijo de quien están dentro de la guardería e pedido atrasar la entrega de la lista —

— Gracias, Dani —

— Para que están los amigos —

— ¿Vendrás a cenar esta noche? —

— Cuenta conmigo, ¿Te parece si nos vamos juntos?, pasaré junto a Ángel por tu Oficina en dos horas —

— Gracias dani —

Di un suspiro pesado para después irme nuevamente.

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