M A S C U L I N I T Y.

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2. Masculinidad.

Esa era la más obvia de su lista, cualquiera que le preguntara sabría que puso aquello, y es que simplemente le fascinaba la masculinidad que podían tener algunas personas, como sus héroes favoritos, algunos de sus amigos, sus profesores y Bakugo.

Para Kirishima habían dos tipos de personas. Las que habían acciones masculinas y las que eran completamente masculinas sin demostrarlo cada dos segundos. Bakugo era la segunda para él.

Sin embargo, las primeras veces que interactuó con aquel rubio explosivo realmente pensó "no es nada masculino", y no hablaba de su hombría. No. Hablaba de la manera en la que pasaba sobre todo, hacía lo que quería, no pensaba en las consecuencias y parecía un loco psicópata que cobraría a su primera victima en cualquier momento. Eso no le gustó, y estuvo muchas veces evitando su presencia, algo que pocos sabían por no decir que nadie. No era masculino de su parte juzgar a Bakugo sin conocerlo, pero realmente no quería hacerlo los primeros días.

Cuando poco a poco el destino los iba juntando, como lo hizo en el primer ataque de los villanos entendió que no estaba bien alejarse de alguien que de por sí estaba solo, así se dio cuenta de que quería conocerle. Necesitaba saber lo que estaba detrás de los muros que le rodeaban con tanto recelo.

A medida que el tiempo pasaba y su amistad incrementaba se daba cuenta de lo masculino que Bakugo era.

Y no hablaba de su asombroso físico. De sus músculos. De su particularidad. De su atractivo. No. Aunque no negaba que más de una vez se le quedó viendo en los camerinos cuando se cambiaban. Era inevitable, Bakugo realmente era muy guapo.

Cuando hablaba de la masculinidad de Bakugo se refería a las múltiples veces en las que él confió en Kirishima y en sus compañeros a su manera. Hablaba sobre la manera que tenía de ver las cosas. Hablaba de su manera de hablar y la forma en la que tenía sus buenos sentimientos guardados y bien cuidados. Sobretodo, hablaba de cuando el rubio olvidaba que tenía muros a su alrededos y expresaba todo a través de sus ojos.

Voy a ser el mejor de los héroes.

Siempre le respondía eso cuando le preguntaba de su futuro, de lo que pensaba de él.

— Ya sé eso, pero, ¿nunca has pensado en algo más aparte de eso?

No pensar en eso es distraerme, y yo no hago esas mierdas.

Debe haber algo más que quieras además de ser héroe.

No es sólo ser héroe.- Bakugo le miró con el ceño fruncido por sobre los lentes, estaban en una pausa de sus horas de estudio cuando se pusieron a hablar.— es ser el mejor héroe, eso toma tiempo y dedicación, y por más que quiera no me voy a permitir desviar mi camino de ello.

No sabía si su corazón latió sumamente rápido por sus palabras, por su forma de decirlas, o los lentes, porque tenía que admitir que esos lentes le hacían ver diez veces más hermoso y Kirishima sentía que le daba un infarto cada vez que le veía con ellos.

¡Eso es muy masculino! ¡Eres muy masculino, Blasty!

El rubio le rodó los ojos, pero ni con esa reacción logró que su corazón se calmara.

Me lo dices todos los días.

Es que lo eres.

Sí, lo que sea, hay que retomar.

Segundos más tardes Bakugo se acomodó los lentes correctamente y tomó los libros sobre la mesita para inspeccionar lo siguiente que harían. Todo bajo la atenta mirada de Kirishima, quien había apoyado su codo en la madera y su palma sostenía su mejilla.

Cualquier persona que les viera de lejos notaría los ojos de corazón que tenía el pelirrojo en ese momento.

¿Blasty?

¿Qué quieres ahora?

¿Tú crees que yo soy masculino?

Sabía que no tenía que importarle lo que los demás pensaran de él, pero la pregunta salió de sus labios sin pasar por su cerebro. Bakugo le miró con el ceño fruncido.

¿No deberías saber tú si lo eres?

¿Acaso tú sabes lo masculino que eres sin que te lo diga?

.- respondió encogiéndose de hombros.— sé cuán masculino soy.

Ya, sólo responde si crees que soy masculino.

Kirishima cambió su posición, el estar frente a Bakugo le daba una mejor vista a sus expresiones, pero eso no le impidió que cruzara sus brazos y los apoyara en la mesa para alzar su cuerpo unos centímetros y quedar más cerca del otro.

Sí.

¿Sí, qué?

Bakugo rodó los ojos y su ceño se frunció todavía más, estaba jugando con su enojo y eso era algo que siempre resultaba mal.

Eres masculino, maldito cabello de mierda.- luego de eso tomó el libro más cercano para golpear a Kirishima en la cara, queriendo borrar la sonrisa boba que tenía en el rostro.— ahora estudia porque no es posible que te distraigas cada cinco minutos, si de aquí a una hora no te sabes todo el puto libro te vas a ir bien a la mierda para conseguir un tutor nuevo.

¡Entendido!

No le importó la amenaza. No le importó el golpe. No le importó el enojo de Bakugo. Sólo le importaron dos cosas.

La primera de ellas es que Bakugo sí le consideraba masculino. Algo sumamente importante para él.

Y lo segundo era que Bakugo es el chico más lindo del mundo cuando tenía las mejillas rosadas, aunque sea leve y poco notorio. Casi invisible si uno no se fijaba bien.

Realmente le estaba gustando mucho y aquella sonrisa no se borró ni un poco mientras destacaba la palabra de masculinidad en su lista.

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hola, hola, ¿cómo andan? espero que sumamente bien y estén disfrutando de la vida como yo que últimamente duermo como 16 horas al día, ah.
me viro vampiro, bye bye.

You make me happy  || KiriBakuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora