vi.

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—¡Juliana, pasa la jarra!— Me gritó Luciano, mi compañero.

Ya estábamos en marzo, y hoy era nuestro UPD, último primer día de clases, la idea era ir amanecidos a la escuela y ebrios, porque somos re pros.

—¿Cuándo te lo vas a comer?— Preguntó la Irene mientras íbamos al baño.— Escuché que lo dejó la wacha.

—¿Tas segura? Escuché que es re bardera la Jazmín.— Dije mientras me sentaba en el inodoro a mear y ella se pintaba la boca.

—Sí, amiga, terminaron la semana pasada. Luci está solito.— Se giró a mirarme mientras levantaba una ceja.

—Tremendo.— Dije mientras me limpiaba y me subía la pollerita.— Hoy es mi noche de brillar, no me llamo Luna al pedo.

—Re que ni te llamas Luna, mogolica.— Dijo la Irene y nos empezamos a reír.— Toma, pintate los labios y andá a chaparte a ese wachin.— Me dió el labial rojo y después de pintarmelos salimos.

Estábamos re tranca caminando y tomando de el vaso hasta que me choque con alguien e hizo que se me vuelque todo el vino en la remera.

—¿Sos pajero?— Le pregunté mientras le daba el vaso a la Irene y miraba mi remera.

—Oh, perdón, no te había visto.— Me dijo y reconocí al toque su voz.

—Además de dar mal el vuelto, sos pésimo viendo y caminando, flaco.

dia% l.h |argentina|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora