viii.

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—¡Gente, hoy es nuestro último día de clases!— Empezó a hablarnos Luciano a mí y a todos mis compañeros.

—¡Cerrá el culo y pasa el Smirnoff!— Gritó Alejandro al lado mío y me reí. Y la verdad que sí, manso gil y se quería hacer el sentimental.

Estaba buscando a la Irene y cuando la ví, le estaba perreando a Joaquín, nuestro compañero, siempre zorra nunca inzorra.

—Acá estoy, no me busques más.— Habló Luke de la nada atrás mío.

—Man, yo la verdad no te daba tan chamuyero.— Le dije y lo miré decepcionada ahre se decepcionaba.

—Bueno, perdón. ¿Vamos afuera?— Me preguntó mientras se servía algo en un vaso.— Quiero ver si sos la candidata perfecta para obtener mi amor.

—Y la verdad, capo, soy la candidata perfecta para todos.— Le contesté guiñándole un ojo y me reí.—Y, ¿qué onda, cómo llegaste de Australia hasta Argentina?— Le pregunté tomando un poco de vino de la jarra que rescaté.

—Mi vieja tiene familia acá, y quiso venir a probar qué onda.— Habló, tranqui eh, yo de pedo tengo familia en Chaco.— ¿Y vos cómo pasaste de Bolivia hasta acá?

—Era joda lo de Bolivia, Lucas.

—Mm, no se nota, tenés cara de boliviana.—Me dijo mientras me miraba.— Una boliviana linda.

—Aw, más lindo el Lucas.— Le dije mientras me reía.

—¿Por decir eso me haces descuento en la verdulería?

dia% l.h |argentina|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora