Narrador omnisciente:
Luego de ese incidente, los chicos se dispusieron a pasear por el parque, para luego ir a jugar a los juegos de arcade.
-Gracias por traerme aquí Chris.- El rubio le sonríe agradecido con el castaño.
Enserio Chris le gusta mucho, y sabe que su relación con el rizado no está funcionando. Además, Christopher lo mira con brillo especial que hace que el rubio piense que es correspondido.Cree que hace poco empezaron su amistad, pero a Zabdiel le gustó el castaño desde sexto grado,y, con la ayuda del moreno, su mejor amigo, lograron por fin, que Christopher se una a su grupo de amigos, para pasar al siguiente paso, la confesión de los sentimientos del rubio hacia el oji-miel.
-No debes agradecerme.-Chris le sonríe también tomando su mano, acariciandola con cariño. Éste acto, sólo hizo que el sonrojo y los nervios de Zabdiel aumenten.-¿Quieres jugar en la cancha de fútbol, Zabdi?-Dijo arrastrando a su amigo hacia la cancha, sin dejar que éste le de su respuesta.
-Y-Yo... no sé jugar muy bien Chris.-Susurra avergonzado.
-¡Ay dale Zabdiel!- Le pasa la pelota, para luego colocarse en su posición de juego.
Lo que no sabía el castaño, era que se estaban enfrentando al equipo de Joel.
-¡Joel! ¡Pásala acá!- Le grita su amigo Johann.
El rizado obedece de inmediato y hace un pase largo.Johann logra cabecear la pelota marcando un gol.
Los del equipo del rizado festejan.
Pero a lo lejos hay un castaño hecho una furia al ver cómo su novio le dedica un beso desde la cancha a...
-¡Christopher!- Alguien interrumpe sus pensamientos.-¡Pásamela!
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Malditos sean Joel.
Ya verás, éste partido se convirtió en una guerra.
Yo te ganaré, te mostraré lo que te estás perdiendo, no, mejor dicho, te mostraré lo que ya perdiste.
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