𝒞𝒶𝓅𝒾𝓉𝓊𝓁𝑜 𝟡

1.3K 83 1
                                    


¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


~Narrador: Lucy~

Llegamos a Fiore a la hora que habíamos previsto. Justo cuando ninguno de los del gremio se esperase nuestro ataque. Muchas de las tropas ya habían desembarcando junto con su respectivo general de los 12 Spriggan.

Observé como comenzaban los ataques, cogiendo de improvisto a todas las personas que estaban en sus casas y matando a todas aquellas que se encontraban en su camino. Fueron entrenados simplemente para esto, para matar sin piedad alguna a todos aquellos que estuviesen contra nosotros.

La alarma no tardó en sonar, alertando a todos los del gremio de que ya estábamos aquí, preparados para matar a todo aquel que atente contra su Imperio.

Vi como los soldados que estaban en nuestro barco empezaban a bajar para ayudar a sus compañeros. Miré a Zeref esperando a que me dejase ir al campo de batalla a comenzar lo que llevo un año esperando.

Salió de dentro de la oficina que había dentro del barco y me dio el consentimiento de poder ir a la batalla. Le sonreí agradecida y bajé seguida de un grupo de soldados que Zeref había asignado para protegerme de cualquier peligro.

·~·~·~·

Me encontraba caminando entre los restos de los pisos que el ejercito dejaba a su paso, oyendo los llantos de personas llorando la muerte de sus familiares mientras que otros suplicaban clemencia ante los soldados que intentaban matarlos, seguramente rezando de que los gremios viniesen a salvarlos. Son solo ilusos que no merecen vivir en este mundo.

Vi como un grupo de soldados tiraba al suelo a una familia, la cual gritaba que nunca serían fieles al Imperio Álvarez. Me acerqué a ellos queriendo saber que ocurría.

-Mi señora- todo el grupo se inclino cuando estuve lo bastante cerca -lamentamos que haya tenido que ver esta escena pero estas personas no dejan de creer que Fairy Tail vendrá a salvarlos- miré a la familia, los padres me miraban con profundo odio, mientras que los hijos solo miraban al suelo intentando aguantar las lágrimas.

Me acerqué a ellos ignorando los gritos de la madre y me puse a la altura de ambos.

-¿Le tenéis miedo al Imperio?- ambos niños se tensaron y no pase por alto el acto que realizó el hermano que parecía ser el mayor de los tres poniendo a los otros dos detrás de él, protegiéndolos -tranquilo, no os haré ningún daño- el mayor seguía sin creerme, a lo que suspiré -no sé que os han contado del Imperio, pero no hacemos daño a gente inocente, como vosotros y vuestros padres, solo pedimos una cosa a cambio, vuestra lealtad al Imperio-

-¡Nunca nos uniremos al gremio que ha matado a miles de personas por poder!- miré a la madre -¡solo buscáis el poder y quitar la libertad de todas las personas que vivan en la ciudad que vayáis a- un soldado le dio una bofetada tirándola al suelo.

𝔼𝕟𝕥𝕣𝕖 𝕝𝕦𝕫 𝕪 𝕠𝕤𝕔𝕦𝕣𝕚𝕕𝕒𝕕 ᵀʳᵃⁱᶜⁱᵒⁿDonde viven las historias. Descúbrelo ahora