Y lo solto. Lo solto no por haberse rendido, ni por falta de cariño, si no porque uno de los dos pajaritos quería irse, quería volar solo, así que lo solto para que buscará su lugar ideal, mientras que el otro se quedó esperando, mirando al cielo, esperando, con la esperanza colgando frágil mente de una pequeña rama deseando que se arrepintiera y el volviera a su lado. Entonces después de un tiempo, junto con una lagrima que le recorrió aquél su lindo recuerdo, se dio cuenta de que el no iba a volver y con el corazón roto recordó que también tenía un par de bellas alas y tomo vuelo sola. Así es como los dos pajaritos volaron en diferentes direcciones, recordando que las estaciones cambian y que en el caminó quizás vuelvan a encontrarse.
Ella se daba cuenta que él ya no la quería, pero tanto amor que llevaba dentro, le hizo luchar.
Hola, ¿cómo han estado? Perdón si no actualizó, no tengo mucho tiempo.
